Cierra sus puertas la exposición 'Cinco huellas en Ciudad Rodrigo' con más de 800 visitantes

Actualizado: domingo, 6 agosto 2006 20:40

SALAMANCA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La exposición 'Cinco huellas en Ciudad Rodrigo' cerró sus puertas hoy con un total de 813 visitantes. La muestra ha acercado a la capital charra las miradas de cinco artistas mirobrigenses que han dado a conocer aspectos no tan visibles de esta localidad salmantina.

Así, la naturaleza es la pasión de Lázaro Hernández, sobre todo aquella vida que revolotea alrededor del agua. "He observado todo lo que estaba cerca de mi casa, lo que ocurre cerca del río Águeda", comentó Lázaro Hernández que ha plasmado estas vivencias sobre lienzo. Las amapolas, los lirios o la jara son algunas de las flores que con más detenimiento ha estudiado, para hacer que el espectador se adentre, a través de su pincel, en la parte más erótica de ellas.

Sin embargo, José Antonio del Castillo prefiere la figura humana, los objetos usados y los trasteros. "Me encanta dibujar todo aquello que la gente guarda en un trastero, todos los objetos que ya han sido desgastados por su uso", reveló Del Castilla. Para este artista la naturaleza sólo le llama cuando empiezan a caer las hojas: "Sólo pinto el otoño de Ciudad Rodrigo, que es precioso".

También el otoño y la primavera mirobrigenses encandilan las pupilas de Lázaro Hernández aunque a la hora de la creación sus inspiraciones tienen nombres propios. "Georgia O'keefee es una de mis referencias, fue una mujer que desnudó a las flores mostrando lo más profundo de ellas, y lo hizo alrededor de 1930, lo que le costó mucho sufrimiento", relató el artista.

Su otra gran influencia es Dalí y su forma de camuflar la proporción áurea. Lázaro Hernández descompone sus cuadros una y otra vez, hasta que la fuerza del lienzo queda bien definida en un punto matemático, que aderezado con el color, le gana la batalla al centro equidistante. "Me gusta trabajar con esta medida porque crea armonía", aseguró el artista mirobrigense, que recordó que "una vez me compraron una obra porque decían que les relajaba. Es algo estupendo saber que tu trabajo se convierte en el disfrute de otros".

DE PROFESIÓN, ARTISTA

Estos cinco artistas viven de su pasión aunque reconocieron que no todo el mundo puede hacerlo. A su juicio, los ingredientes para poder vivir empuñando el pincel son "suerte, unas buenas relaciones públicas" y el factor indispensable, "ser bueno en tu trabajo", desveló José Antonio del Castillo.

A su juicio, uno de los principales problemas son aquellas galerías que se dedican exclusivamente a hacer negocio. "Hay mucho abuso y se aprovechan de las ganas de la gente", aseguró Lázaro Hernández.

Pertenecer a una galería también puede suponer un inconveniente, para el que de profesión tiene alma de artista. "Te marcan lo que tienes que hacer para poder vender, y puedes dejar de crear aquello que tu quieres", explicó este pintor. Como tercer problema enumeraron "los concursos", que muchas veces están amañados, "y para el artista que se presenta con ganas supone una frustración", sentenció.

A estos dos artistas, se suman las miradas pictóricas de Carlos García Medina, Arturo Miñana y Ramón Sánchez Telio. Cada uno con su personal estilo transportan a los que contemplan sus obras a su mundo cercano de la ciudad en la que han vivido la mayor parte de su vida.

Aunque los cinco son amigos y se conocen desde hace muchos años, la iniciativa de reunir sus obras bajo un espacio común como ventana a una visión distinta de Miróbriga, surgió en la Casa de Cultura de Ciudad Rodrigo, que en colaboración con la Diputación de Salamanca decidieron que era una buena forma de celebrar en la capital, la muestra Kyrios de las Edades del Hombre.