ZAMORA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Comité Ciudadano Antisida de Zamora abogó hoy por seguir incidiendo en las campañas de formación e información para terminar con las falsas ideas que todavía existen en torno a las vías de transmisión del virus del sida.
Según un estudio sobre los conocimientos, actitudes y hábitos de la población de Zamora en torno al VIH, una parte de la población cree todavía que el SIDA se puede transmitir a través de un beso, por la picadura de un mosquito, por compartir un vaso o utilizar el mismo servicio que una persona enferma o portadora del virus.
El estudio fue presentado hoy por el concejal de Servicios Sociales, Pedro Roda; la presidenta del Comité Ciudadano Antisida, Silvia Alonso, y el director del informe, Ángel Chocarro, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Virgen de la Concha de la capital zamorana.
Aunque estas creencias están más extendidas de lo que podría parecer en un principio, las campañas de información desarrolladas desde hace años han permitido también que más del 97% de la población entre 18 y 70 años conozca que el virus del SIDA se transmite a través de jeringuillas, la práctica de sexo sin protección o las transfusiones de sangre que no son debidamente controladas.
Este estudio, que se ha llevado a cabo a lo largo del último año sobre medio millar de personas, tenía como objetivo completar uno realizado hace casi diez años y verificar, como se ha hecho, que la percepción de los ciudadanos sobre los sistemas de transmisión y de protección frente al sida ha avanzado menos de lo esperado.
SEXO SIN PROTECCION
Entre sus conclusiones el estudio incluye que los zamoranos no acaban de asumir de forma adecuada los riesgos que entraña la práctica del sexo sin protección. "Sigue pesando mucho la idea de lo que fue el grupo de riesgo a la hora de los conocimientos y las actitudes frente al SIDA, por lo tanto es necesario seguir realizando campañas para generar conductas responsables y romper el halo de invulnerabilidad que parece envolver a un sector muy significativo de la población", aseguró Ángel Chocarro.
Recoge también que los conocimientos globales sobre la enfermedad siguen estables y aumenta el interés de los ciudadanos por recibir información. Además, constata que han cambiado las actitudes frente a la enfermedad. De hecho, el 75% no cambiaría de centro escolar a su hijo porque en la clase hubiera un enfermo de SIDA y el 86% aceptaría sin problemas a un compañero de trabajo afectado.
