Condenado en Valladolid a 2,5 años el vecino que traficaba con droga en el Polígono de San Cristóbal

Actualizado: martes, 27 julio 2010 21:53

VALLADOLID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid ha impuesto una pena global de dos años y medio de cárcel al vecino de Aldeamayor de San Martín Rubén R.F. que fue juzgado por traficar con droga en el Polígono de San Cristóbal, mientras que su mujer, que compartió banquillo con su pareja, ha sido absuelta del citado delito.

Aunque el Ministerio Fiscal había solicitado un total de siete años de cárcel para Rubén R.F, cinco por un delito contra la salud pública y dos por tenencia ilícita de armas, la Sala impuso al condenado un año y medio por el primer delito y otro más por el segundo, al aplicarle como atenuantes su condición de toxicómano y el hecho de haber colaborado con la justicia, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En el caso de la esposa, Cristina C.E, para la que la acusación pública había solicitado tres años y medio por tráfico de drogas, el tribunal decidió absolverla al no considerar probado que colaborara activamente con su pareja en dicha actividad ilícita.

Durante el juicio, el marido reconoció haber efectuado varias ventas en el Polígono de San Cristóbal en 2008 pero alegó que lo hizo con el único propósito de poder costear así su adicción a la cocaína, al tiempo que exculpó a su pareja, de la que aseguró que desconocía dicha actividad.

El ahora condenado precisó que las ventas efectuadas en dicha área industrial no pasan de las cuatro o cinco y precisó que se vio obligado a ello debido a que los ingresos familiares no le llegaban para sufragarse el consumo. Por ello, empezó a vender la mercancía que le facilitaba una persona, si bien, como así advirtió, todos los ingresos por la venta se los entregaba a su suministrador, que a cambio le pagaba en especie, es decir, con 'coca'.

"Era él quien me facilitaba también los teléfonos de las personas con quien tenía que contactar para efectuar las ventas", declaró Rubén R.F, quien quiso dejar bien claro que su esposa era totalmente ajena a sus turbios negocios y negó que hubiera participado en transacción alguna, "¡para nada, jamás!", versión que fue corroborada por la aludida.

Pese a que el matrimonio reside en un chalé, con su piscina incluida y dotado de electrodomésticos de alta gama, además contar con un turismo BMW, y todo ello pese a no contar con más de 2.000 euros de ingresos mensuales, ambos acusados indicaron que habían financiado a plazos la totalidad de sus bienes y que parte de los pagos no los habían podido afrontar.

"TRANSACCIÓN OSTENTOSA".

Por su parte, un policía nacional que intervino como instructor del atestado aseguró haber presenciado una docena de transacciones de droga, entre el 18 de octubre y 14 de noviembre de 2008, en las que participó Rubén R.F. y precisó que en la primera de ellas estuvo también presente su propia esposa. "Fue una transacción tan ostentosa que Cristina, a la fuerza, tuvo que presenciarla", advirtió el funcionario, en alusión a que el cliente sacó dos billetes de 50 euros que blandió en el aire antes de entregárselos a Rubén.

En la vivienda de la pareja los efectivos policiales intervinieron 121 gramos de cocaína distribuidos en 131 papelinas preparadas para su venta, 18,35 gramos de hachís, 11,5 gramos de marihuana, dos balanzas portátiles de precisión, 1.330 euros en billetes de diferentes valores, dos pistolas (una con cargador sin balas y otra con dos proyectiles en el cargador, ambas del calibre 7,65), así como otros ocho cartuchos del mismo calibre, otra arma detonadora calibre nueve milímetros, una videocámara, dos teléfonos móviles y diversa documentación.