La incidencia acumulada vuelve a aumentar de forma generalizada tanto a 7 como a 14 días
VALLADOLID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los hospitales de Castilla y León han registrado entre los días 3 y 10 de enero de este 2022 un total de 63 fallecimientos de personas con COVID-19, lo que supone la cifra más alta desde la semana del 22 de febrero de 2021 (94), pero lejos todavía de las peores cifras durante la pandemia: los 466 de primeros de abril de 2020 o los 234 de finales de enero del año pasado.
Así se puede observar en los datos que ofrece la web de Situación epidemiológica del coronavirus de la Junta de Castilla y León, donde se observa como la gran mayoría de los indicadores relacionados con el COVID-19 han seguido claramente al alza en esta primera semana de 2022.
En cuanto a los fallecimientos, desde el pasado 3 de enero hasta este lunes día 10 se han notificado un total de 63 muertes de personas con COVID-19 en los hospitales de Castilla y León, lo que supone un incremento del 34 por ciento con respecto a los 47 de la última semana de 2021.
Para encontrar una cifra más elevada durante una semana hay que remontarse a finales de febrero de 2021, cuando todavía se arrastraban los efectos de la tercera ola, si bien la inmunización con la pauta completa a las personas de mayor edad empezaba a hacer efecto en la reducción de los fallecimientos, sobre todo en las residencias de mayores.
En esa semana se produjeron 94 fallecimientos, con una ocupación hospitalaria algo menor que la actual (625 pacientes frente a los 851 hoy), aunque con más ingresados en críticos entonces (184 por 121).
Las cifras de esta última semana aun así están lejos de los registros máximos de la pandemia y representan apenas una cuarta parte del peor registro de fallecimientos en una semana durante la tercera ola, los 234 entre el 25 de enero y el 1 de febrero de 2021.
Entonces, la incidencia acumulada cerró la semana en 1.323 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y ahora se sitúa en 4.188. En ese momento de la pandemia, el 1 de febrero de 2021 había un total de 2.429 pacientes ingresados en los hospitales, aproximadamente el triple que la cifra de este lunes.
La comparación es todavía más clara con la primera ola de la pandemia, cuando la situación era mucho más grave, con una alta mortalidad, saturación en las UCI y posiblemente un gran número de fallecidos a los que no se les llegó a diagnosticar el COVID-19. Así, en la primera semana de abril de 2020 (entre el 31 de marzo y el 5 de abril) se notificaron 466 fallecimientos en hospitales.
AUMENTAN MÁS LOS INGRESOS EN PLANTA QUE LOS DE UCI
La situación actual de la ocupación hospitalaria muestra una evolución más desfavorable en las camas de planta que en las de cuidados críticos y, en su conjunto, los 851 pacientes que albergan este lunes los hospitales son el doble que los que había el 19 de diciembre (425).
Eso sí, en este periodo de tres semanas el incremento es mayor en camas de planta, un 116 por ciento más al pasar de 337 a 730, que en unidades de críticos, que han pasado de 88 a 121, un 37,5 por ciento más.
