SALAMANCA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La orden de los dominicos celebra este año el 800 aniversario de su fundación y Salamanca no se quiere mantener al margen de esta efeméride, pues, aunque llegaron a la ciudad unos años más tarde, ha sido en esta urbe donde estos religiosos han marcado en no pocos casos el devenir de la historia.
Tras su fundación en Francia, Santo Domingo de Guzmán pidió que la ciudad tormesina tuviese un convento, al abrigo del Estudio Salmantino, que por aquel entonces daba sus primeros pasos.
Así llegó a la urbe una orden que ya nunca se marchó y que dejó en ella el poso de su historia y miles de anécdotas como la visita y estancia de Cristóbal Colón, las vivencias de Francisco de Vitoria o las aportaciones de Domingo de Soto.
Por ejemplo, en el Convento de San Esteban, casa de los Dominicos, se encuentra el 'Salón de Colón', donde el almirante trató de convencer al prior Diego de Deza de que, como confesor de la reina Isabel de Castilla, pidiese ayuda a la Corona para financiar la aventura a las Indias.
También, uno de sus ilustres religiosos, Francisco de Vitoria, elaboró en sus dependencias gran parte de su obra sobre derecho de gentes, en defensa de la población indígena y que sirvió como germen de los derechos humanos actuales.