El drama de la droga y la violencia en una Viena apenas conocida protagoniza 'Grietas en el hormigón'

Escena de ‘Grietas en el hormigón’
SEMINCI
Actualizado: jueves, 2 julio 2015 1:01

VALLADOLID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El drama de la droga y de la violencia en el entorno juvenil de un barrio de Viena bien distinto a la imagen idealizada que tiende a tenerse de la capital austriaca protagoniza la cinta 'Risse im beton' ('Grietas en el hormigón'), con la que su director, Umut Dag, busca alzarse con alguno de los premios de la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid.

Proyectada este miércoles en la Sección Oficial, 'Grietas en el Hormigón' se sumerge en un barrio vienés alejado de cualquier atisbo de grandeza imperial en el que jóvenes alejados de los estudios y de cualquier atisbo de un trabajo normal venden droga y buscan hacerse un hueco en el mundo del rap.

Ese es el caso de Mikail, un chico de semblante serio y carácter violento que, captado para vender 'maría' y en constante problema con los "georgianos" por distribuir también éxtasis, sólo sonríe, a lo largo de toda la cinta, en presencia de Daria, la chica que le gusta, y en el backstage del concierto de su ídolo.

Lo que el joven no sabe es que ese hombre que ha llegado a trabajar en el centro juvenil en el que graba sus temas y sus maquetas, es Ertan, su padre, quien tras pasar diez años en la cárcel por homicidio involuntario y posesión de drogas vuelve al barrio con el objetivo de no poner en peligro su libertad condicional.

Una orden de alejamiento de la madre de Mikail le obliga a observarle desde lejos e a ir acercándose poco a poco a él, a tratar de brindarle su ayuda para evitar que prosiga por el camino que, al igual que él en su juventud, le llevó a prisión.

De este modo, la historia traza dos líneas paralelas, la de padre e hijo, aunque distantes: Ertan se rebela ante el recuerdo del asesinato en el que se vio involucrado, único tema que despierta su ira y la hace descargarla incluso con sus personas más cercanas, mientras que Mikail no llega a ver el riesgo de la vida que lleva.

La aproximación de Ertan con la trabajadora social del centro, su constante negativa a verse implicado en problemas y el desprecio recibido por su hermano no le impiden involucrarse con Mikail, quien pese a no saber que es su padre le llama cuando, feliz por su relación con Daria pero sumido en la desesperación ante sus deudas y su escaso futuro como rapero, se ve inmerso en la situación de la que, precisamente, querían librarle.

Finalmente, los dos se encuentran, sin secretos, ante la Policía, a la que uno llega como consecuencia de sus actos y el otro, por la generosidad de evitar más dolor.

EL DIRECTOR

Umut Dag nació en 1982 en Viena (Austria), es el hijo mayor de una familia de inmigrantes kurdos establecida en el barrio vienés de Brigittenau y tras terminar su formación en la Escuela de Negocios de Viena, empezó a estudiar Cooperación Internacional, Teología y Pedagogía.

Después de algún tiempo, se fue centrando progresivamente en sus cortometrajes, actividad que simultaneó con su labor en diversos largometrajes del cine austriaco como 'Los falsificadores', 'Por un instante, la libertad', 'Der schwarze Löwe' o 'Freundschaft', y con la realización de medio centenar aproximado de anuncios.

En 2006 empezó a estudiar Dirección Cinematográfica en la Academia de Cine de Viena con maestros como Peter Patzak y Michael Haneke; en 2011 su película 'Papa' obtuvo el Premio Primeros Pasos al mejor mediometraje y tras debutar en 2012 con 'La segunda mujer', 'Grietas en el hormigón' es su segundo largometraje.