MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un total de 16 óleos del artista Juan Carlos Savater (San Sebastián, 1953) se exponen desde hoy hasta el próximo 3 de mayo en la Abadía del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). La muestra, organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) está coordinada por Carmen Román Llorente.
Los dieciséis óleos han sido realizados expresamente para la ocasión por el artista vasco. Con el mismo formato, todas las obras, dotadas de enorme espiritualidad, se ocupan del tema simbólico de la salida del sol que disipa las tinieblas. Son paisajes de una gran abstracción en los que predomina el grafito, el negro y el dorado. El título de la muestra está tomado de las palabras finales de Walden, de Henry Thoreau: "El sol es una estrella matutina".
Según María Escribano, autora del texto del catálogo que acompaña la exposición, lo que muestra ahora Savater, "parece, en principio, visiones de lugares lejanos, como si el pintor hubiera colocado su mirada en un punto menos próximo a la piel más reconocible de la naturaleza terrestre".
GRANDES SEMICÍRCULOS
Los cuadros están ocupados por grandes formas semicirculares compuestas por franjas de color atravesadas por líneas de expansión, como halos irradiando desde un centro que en algunos de ellos permanece oculto y sugieren en una primera mirada -según la comisaria- "paisajes cósmicos de mundos oscuros en los que la fuerza poderosa de luz estuviera a punto de mostrarse. A veces ese centro se insinúa por medio de una imprecisa silueta oscura y, a veces, estas irradiaciones emergen sobre formas horizontales onduladas que pueden aludir esquemáticamente al mar, al perfil de un macizo montañoso o a los troncos del bosque. Estas formas están compuestas igualmente por un trazado de líneas construido por patronos geométricos, como si participaran de la misma naturaleza y del mismo ritmo que les imprime su frente de luz".
En la mayoría de las obras se observa una parquedad cromática, grises y negros de grafito, blancos y tierras. Para la autora del texto del catálogo, ello se ha buscado de forma voluntaria para que la mirada del espectador "no se distraiga en asociaciones metafóricas y utilice estas imágenes como vehículo para otra clase de contemplación".
María Escribano afirma que, aunque hay una aparente distancia formal en relación a obras anteriores, "no es difícil darse cuenta de que no es la persecución de la luz, que ha sido el impulso de su pintura, lo que ha variado en los trabajos que ahora presenta, sino el modo de aproximación a ella, que ha llegado aquí a un extremo punto de silencio, prescindiendo casi por completo de la resonancia simbólica de la naturaleza, tan habitual en él, y concentrándose esta vez en su reflejo en el espejo interior".
APUNTES BIOGRÁFICOS
Juan Carlos Savater nace en San Sebastián en 1953. Entre 1972 y 1977 estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y expone por primera vez en una colectiva en la galería Multitud (Madrid,1977), en concreto paisajes inspirados en la sierra madrileña. A lo largo de su trayectoria artística ha realizado diversas colaboraciones como ilustrador y escenógrafo.
En los primeros años, su pintura se encamina hacia una visión romántica y simbólica. Una de las características singulares y a veces más desconcertantes de su evolución artística es precisamente el desarrollo de diferentes soluciones formales a lo largo del tiempo para expresar una misma preocupación constante.
Savater presenta su primera exposición individual en la galería Sen (Madrid,1980). A partir de 1982 realiza dibujos tomados del natural, dibujos automáticos y retales de paisajes entrecruzados. Los cuadros de esta época se caracterizan por un tono trágico y ardiente en contraste con la sosegada reflexión y la figuración directa y explícita de su primera etapa. Poco después pinta una nueva serie de paisajes desolados de fuerte carácter expresionista y gestual como 'Ciudad en la distancia', 'El puerto por la noche', 'Carretera abandonada'.
Entre 1987 y 1991 su trayectoria sufre un importante cambio hacia posiciones más subjetivas en la representación de la naturaleza. En 1987 muestra su obra en la colectiva 'Naturalezas Españolas' que se exhibió en el entonces Centro de Arte Reina Sofía. Su trabajo es seleccionado para la "XIX Bienal de Sao Paulo".
A raíz de su participación en la gran exposición "Dinamiques et Interrogations" (Arc, Musée d'art moderne de la Ville de Paris, 1987) su obra adquiere una nueva proyección nacional e internacional.
Al final de la década de los 80 las referencias figurativas y simbólicas se irán haciendo progresivamente explícitas, como una nueva afirmación reestructurada del mundo. Son pinturas de mayor formato realizadas ahora nuevamente sobre tela. Entre 1992-1997 pinta algunas obras intermedias de temática religiosa sobre madera que mantienen algunos elementos en común con los trabajos realizados en los 80. Dos obras de 1992 marcan el paso definitivo a una nueva etapa: 'Retrato imaginario de Nicolás Berdiaev' y 'Jacob luchando contra el ángel. Existe en este período una decidida voluntad de recuperar un nuevo espacio para la representación de los misterios tradicionales del cristianismo.
En 2003 Savater expone en la galería Trama cuadros pintados en madera, de formato y contenido similar al de sus primeras obras de los 80. Aunque de color mucho más matizado y armónico, el universo mostrado en estas tablas es casi idéntico al de los cuadros de quince años atrás. En la galería Estiarte (Madrid,2005) presenta una exposición de dibujos de temática similar al de los últimos cuadros mostrados en Madrid en 2003.