Iberdrola renueva las válvulas de la central hidroeléctrica de Villarino de los Aires (Salamanca)

Trabajos de renovación y adaptación en las válvulas de la Central Hidroeléctrica de Villarino.
Trabajos de renovación y adaptación en las válvulas de la Central Hidroeléctrica de Villarino. - IBERDROLA
Publicado: viernes, 7 enero 2022 11:57

   SALAMANCA, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Iberdrola ha rehabilitado, por primera vez en su historia, dos de las tres válvulas de baja presión de la central hidroeléctrica de Villarino de los Aires (Salamanca), una instalación sobre el cauce del Duero en Arribes.

   Se trata de una instalación reversible, capaz de generar energía turbinando agua en un sentido y bombeándola en sentido contrario en función de la necesidad del sistema eléctrico, ha apuntado la compañía eléctrica sobre esta infraestructura cuya presa está construida en el término municipal de Almendra y la central en la localidad de Villarino de los Aires.

   Según han explicado fuentes de Iberdrola en un comunicado recogido por Europa Press, las labores de ingeniería, trabajos previos y construcción de nuevas piezas comenzaron en el año 2020 y los trabajos de desmontaje, rehabilitación y montaje se han desarrollado en un programa de 18 semanas, entre los meses de marzo y julio del año 2021.

   Las válvulas, de cinco metros de diámetro y un peso total de 81 toneladas, se encuentran situadas en dos cavernas a 100 metros bajo la superficie, según la información facilitada por Iberdrola y recogida por Europa Press.

   La rehabilitación ha incluido la sustitución y mejora de piezas de accionamiento, así como el tratamiento anticorrosivo de las válvulas. Además, algunas de estas piezas han sido rediseñadas para "una mejora de futuros trabajos en las propias válvulas".

   Durante estos trabajos, Iberdrola también ha inspeccionado las tuberías forzadas de llegada a los grupos generadores de la central y ha aplicado el tratamiento anticorrosivo a las tuberías donde se alojan las válvulas. También, ha aprovechado para realizar trabajos como la sustitución del centro de control de motores de refrigeración de la central.

   Estos trabajos han contado con "un importante componente local", tanto de proveedores industriales como por la involucración de hasta 350 trabajadores de distintas empresas españoles especializadas en las labores encomendadas.

TECNOLOGÍA

   Sobre la tecnología presente en Villarino, la central cuenta con seis grupos reversibles con un total de 810 megavatios (MW) de potencia; cuatro de ellos puestos en servicio en el año 1970 y los dos restantes en 1975, que han registrado una producción anual media cercana a los 1.200 Gigavatios por hora (GWh).

   Las seis turbinas de esta central hidroeléctrica permiten mover hasta doscientos 32.000 litros cada segundo. Su presa de bóveda, la más alta de España, posee una altura de 202 metros y su embalse cuenta con más de 2500 hectómetros cúbicos de capacidad. "Su construcción hace casi medio siglo después representó un hito en la ingeniería civil de entonces y lo sigue siendo ahora", ha apuntado Iberdrola.

   El diseño de ingeniería de la central se desarrolló en "una compleja obra subterránea sin precedentes". En concreto, el agua del embalse de Almendra viaja hasta la central por una galería excavada en la roca de 15 kilómetros de largo y 7,5 metros de diámetro a 100 metros de profundidad.

   Al final de su trayecto, la galería se bifurca en otras tres de cinco metros de diámetro cada una y cada una de éstas, a su vez, en dos de dos metros. Cada una de ellas alimenta a un grupo de turbina-alternador instalado en la central de los seis existentes. La red de tuberías termina desaguando en el embalse de Aldeadávila.

   Junto a las otras dos centrales salmantinas de Saucelle y Aldeadávila suman una producción media anual cercana a los 5.000 GWh, lo que supone más del 40 por ciento de la producción de energía hidroeléctrica de Castilla y León, y más del 15 por ciento de la nacional, ha reseñado la compañía.

   La construcción de los Saltos del Duero comenzó prácticamente con el nacimiento del siglo XX y fue el ingeniero José Orbegozo quien, después de estudiar el río y vislumbrar la totalidad del cañón, se dio cuenta de las "enormes posibilidades" del tramo internacional y de la magnitud del proyecto, lo que exigía un tratamiento global del mismo, acorde con la importancia del aprovechamiento.

   Con el objetivo de desarrollar todas las concesiones bajo una única dirección se creó, en julio de 1918, la Sociedad Hispanoportuguesa de Transportes Eléctricos que en 1928 pasó a denominarse Saltos del Duero, una de las empresas "germen" de la actual Iberdrola.

   El proyecto consistía en construir saltos "poderosos" que aprovecharan "la fantástica caída del agua" y crear grandes embalses en los ríos Esla y Tormes. Estos embalses regularían el caudal y garantizarían la producción de las potentes centrales que se instalasen aguas abajo, bien en el tramo nacional o internacional del Duero, que, en la misma frontera entre España y Portugal y a lo largo de 160 kilómetros de curso, ofrecía un desnivel de 400 metros, ha destacado la información facilitada por Iberdrola.

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