La Junta da el visto bueno a una urbanización en Navahondilla (Avila), situada parcialmente en una zona Zepa

Actualizado: jueves, 10 agosto 2006 12:19

ÁVILA, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Delegación Territorial de la Junta en Ávila ha hecho pública la declaración de impacto ambiental del proyecto Plan Parcial Cabeza de Caballo, en el término municipal de Navhondilla, al sur de la provincia abulense, situado parcialmente en al Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa) Cerro de Guisando y en el Lugar de Interés Comunitario del mismo nombre.

Según la resolución que pública el Boletín Oficial de Castilla y León, el proyecto urbanístico se encuentra en un monte sobre una superficie de 553.690,59 metros cuadrados, donde se levantarán 557 viviendas unifamiliares y 548 de dos plantas, con una densidad máxima de 20 viviendas por hectárea.

El plan parcial incluye también un campo de golf de nueve hoyos, que no se incluye en esta declaración al ser tramitado como un proyecto independiente y "equipamiento privado".

La declaración de impacto informa "favorablemente el desarrollo del proyecto" con la propuesta de medidas de protección del suelo, aguas, vegetación, fauna, atmósfera y paisaje y, entre otras condiciones, impide el inicio de las obras hasta que no haya autorizaciones de abastecimiento y vertido de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

También se exigen medidas de protección del suelo fértil, de tratamiento de los residuos inertes y peligrosos, así como los sólidos urbanos, y de las aguas, ya que deberá instalarse una Estación Depuradora de Aguas Residuales, que "tendrá capacidad suficiente para tratar las aguas residuales procedentes de las viviendas de este plan parcial como de las viviendas de la urbanización Navahonda".

"Las aguas residuales una vez tratadas se deberán utilizar para el riego de jardines y del campo de golf que se pretenda realizar", se añade.

Otros elementos de protección son los referidos a la protección de la atmósfera, contaminación acústica y lumínica, integración paisajístisca, protección de la vegetación y de la fauna, y se destaca que no se podrán realizar trabajos con maquinaria pesada y explosivos durante la época de cría en la Zepa, entre el 1 de marzo y el 15 de agosto.

Los ecologistas e Izquierda Unida se han manifestado en contra del proyecto porque éste supondrá un desarrollo urbanístico cinco veces superior al casco urbano actual y a que consideran que no se garantiza la protección de los hábitats conocidos de águila imperial, cigüeña negra y buitre negro, como tampoco se justifica la suficiencia de agua.