Miles de burgaleses se dan cita en el barrio de las Huelgas y en el Parral para celebrar la fiesta del 'Curpillos'

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 18:36

BURGOS, 16 Jun. (EUEOPA PRESS) -

Autoridades civiles, militares, religiosas y los ciudadanos de Burgos se congregaron hoy, primero en el Monasterio de Santa María la Real de Huelgas, y más tarde en el Parque del Parral de la capital burgalesa con motivo de la festividad del 'Curpillos', en la que se mezcla tradición, religión y fiesta.

La Misa Solemne en el templo del Monasterio de las Huelgas estuvo oficiada por el arzobispo de la Archidiócesis de Burgos, Francisco Gil Hellín, quien valoró la implicación de los burgaleses en la celebración por la importancia que tiene para los cristianos "alimentarse del cuerpo y de la sangre de Cristo si se quiere ser coherente en la vida personal o social".

El arzobispo de Burgos consideró que la sociedad vive unos momentos en los que "arrugarse o desaparecer en ciertas circunstancias es más cómodo" y recordó que los cristianos a los largo de la historia han desafiado a leyes que estaban en contra de la constitución humana, por lo que los cristianos "deben" dar "hoy" la cara.

Entre las autoridades civiles se encontraba el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, quien califico el 'Curpillos' como una de las tradiciones "más vividas y participadas" para los burgaleses y desde la solemnidad que suponen los actos en el monasterio para la comunidad de monjas cistercienses que cuidan del monumento.

Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial de Burgos, Vicente Orden Vigara, recordó que esta celebración es el preludio de las fiestas de San Pedro y San Pablo que comienzan el 23 de junio.

TRADICION.

El 'Curpillos' se celebra en Burgos el viernes siguiente al Día del Corpus Cristi. La máxima autoridad porta el llamado Pendón de las Navas, que este año fue el Teniente General Juan Yagüe, hijo del Capital General Juan Yagüe, quien lo portó en 1949.

Tras los actos religiosos, las calles del Barrio de las Huelgas acogieron la Procesión del Curpillos con bailes típicos a cargo de los danzantes y gigantones de Burgos acompañados por la División Mecanizada Brunete, los concejales de la corporación municipal, la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, el delegado de la Junta, Jaime Mateu, y el presidente de la Diputación de Burgos, Vicente Orden.

Tras la tradicional bienvenida de la Madre Abadesa del Monasterio de Santa María la Real a las autoridades, todos los asistentes acudieron a la romería del Parral, donde se congregaron miles de burgaleses.

La Fiesta del 'Curpillos', declarada de interés turístico regional, es la celebración más tradicional de las que existen en la capital ya que su origen se remonta al hecho histórico de la Batalla de las Navas de Tolosa, la más importante de las acciones bélicas de la Reconquista, librada en el año 1212.

En ella las tropas cristianas mandadas por Alfonso VIII, derrotaron a los árabes, abriendo así a Castilla a todo el sur de la península y preservando España y Portugal para la cultura occidental cristiana.

Entre los diversos acontecimientos de la batalla resultó significativa la conquista por el rey castellano del pendón que guardaba la entrada de la tienda del jefe moro Miramamolín.

Alfonso VIII, vinculado a Burgos, había fundado en 1187 el Real Monasterio de las Huelgas, donde quiso ser enterrado junto a su esposa Leonor de Inglaterra aunque hizo llevar al templo el famoso pendón.

En agradecimiento a Dios por el éxito de la batalla y en conmemoración por el triunfo, el pueblo burgalés presidido por sus primeras autoridades militares, religiosas y civiles acostumbró a exhibir y pasear el trofeo, acompañando la procesión del Santísimo.

La fiesta se completa con una multitudinaria fiesta campestre en el parque de El Parral, el más antiguo de Burgos y fundado también por Alfonso VIII, a la que acuden las peñas, blusas, dulzaineros, grupos de danzas o sociedades recreativas de la ciudad.

El Ayuntamiento de Burgos declaró en 1953 el 'Curpillos' como media jornada festiva y posteriormente el día completo.