ÁVILA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El hasta hace escasas fechas secretario de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, ha sido ordenado obispo de Ávila en la Catedral abulense en una ceremonia concelebrada por 68 cardenales y obispos, y con la asistencia del nuncio apostólico, Renzo Fratini, y en la que ha animado a los sacerdotes con palabras de "aliento".
Con unos 1.500 asistentes y el presidente de la Conferencia Episcopal Episcopal y cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, que ha sido el ordenante, el nuevo obispo se ha referido al "velo de sospecha" sobre los "sacerdotes buenos".
"En estos momentos -ha dicho- en que, tomando pie de pecados y delitos que desde la comunidad eclesial se han cometido y por los que pedimos perdón y trabajamos en su erradicación y prevención, se quiere extender injustamente un velo de sospecha sobre la multitud inmensa de sacerdotes buenos que sirven a Dios y a la gente de forma fiel, abnegada y ejemplar", ha reflexionado.
Gil Tamayo ha expresado, por otra parte, la necesidad de "fortalecer el aporte educativo a la sociedad abulense" como un "servicio social de primer orden" y haciéndolo a partir de una "cosmovisión cristiana sin complejos y con calidad".