El juicio celebrado este viernes se ha ceñido a dirimir la autoría de un delito de tenencia de armas prohibidas por el que Fiscalía le pide otro año y medio de cárcel
VALLADOLID, 23 May. (EUROPA PRESS) - sss
El empresario peluquero detenido en agosto de 2024 en Valladolid cuando portaba una mochila con mas de kilo y medio de cocaína ha ratificado este viernes el acuerdo alcanzado con la Fiscalía para asumir una condena de seis años de cárcel y una multa de 60.000 euros por delito de tráfico de drogas, en lugar de los ocho años y los 300.000 de sanción que inicialmente solicitaba para él la acusación pública, pero en cambio se ha declarado inocente respecto del delito de tenencia de armas prohibidas que también se le imputa ante el hallazgo en su coche de un puño americano.
Tal y como estaba previsto, al inicio del juicio en la Audiencia de Valladolid la fiscal del caso y el acusado han confirmado que el delito contra la salud pública ya había quedado finiquitado, tras la confesión de Roberto P.H, con lo que la vista oral ha continuado exclusivamente respecto del delito de tenencia de armas prohibidas por el que la acusadora pública ha mantenido su petición de un año y medio de privación de libertad, a mayores de esos seis años aceptados por tráfico de drogas.
En su declaración ante el tribunal, el peluquero ha asegurado desconocer que el turismo Hyundai i30 que conducía habitualmente y con el que realizaba desplazamientos a Salamanca, destino de la cocaína que vendía, ocultara en el maletero un hueco o 'caleta' donde la Policía Nacional le ocupó el día de su detención, el 26 de agosto de 2024, una bolsita con casi cinco gramos de dicha sustancia y un puño americano o también llamado llave de pugilato.
"El coche lo había comprado por recomendación de una tercera persona cuyo nombre prefiero no desvelar y no sabía que en el maletero hubiera ese espacio", ha insistido el acusado, en declaraciones recogidas por Europa Press, en alusión a la citada 'caleta' que constaba de un complejo mecanismo que permitía su apertura estando el vehículo encendido, con la marcha atrás puesta y accionando un pulsador situado en el borde del maletero, en su lateral izquierdo, oculto bajo la tapicería.
Agentes de la policía que participaron en su detención y seguimiento han explicado que interceptaron al peluquero al llegar a su casa al volante del turismo que "siempre conducía él". Han recordado que al detener el coche, tras "estar muy pendiente de comprobar si alguien le estaba viendo", se apeó del vehículo, abrió la puerta izquierda trasera del mismo y empezó a manipular algo, momento en el que antes de que accediera al ascensor le detuvieron en posesión de una mochila en cuyo interior hallaron kilo y medio de 'coca' valorad, como así se pudo concretar a posteriori, en 128.713 euros.
Tras un primer registro, el turismo fue trasladado a dependencia policiales para otro más exhaustivo y en él la policía, que ya sospechaba de que el mismo contaba con una especie de 'caleta' para transportar la droga, localizó el habitáculo en cuyo interior halló una bolsita con cinco gramos de cocaína y el controvertido puño americano, que tal y como ha confirmado un perito está incluido como arma prohibida en el Reglamento Armas.
EL COCHE LO CONDUCÍA ÚNICAMENTE EL ACUSADO
El hecho de que el turismo fuera únicamente conducido por el acusado ha llevado a la fiscal del caso ha considerar probado que Roberto era perfecto conocedor de la existencia de la 'caleta' y de que en ella se encontraba la llave de pugilato, algo que, según ella, corrobora el hecho de que los agentes que participaron en su seguimiento han coincidido al señalar que a menudo le vieron trastear en el interior del maletero donde fue hallada la citada arma. "Dada la actividad ilícita que desarrollaba el acusado, no se le puede aplicar el subptipo atenuado de que no tuviera intención de usarla", ha sentenciado la acusadora pública.
Frente a ello, la defensa del peluquero ha pedido un fallo absolutorio respecto del delito de tenencia de armas prohibidas, entiende que se trata de una mera infracción administrativa y, en caso de condena, ha solicitado la mínima por entender que "no concurre ese especial plus de peligrosidad" que exige el tipo penal imputado por la fiscal.
Para el defensor, es "absolutamente verosímil" la versión de su patrocinado de que desconocía la existencia de la 'caleta' en su vehículo y, por tanto, de todo lo que había en su interior. "Lo lógico hubiera sido que la mochila con kilo y medio de cocaína no la llevara en el asiento trasero sino en el interior de ese habitáculo oculto dotado de ese mecanismo tan sofisticado", ha insistido el letrado, quien cuenta con sospechas de que la denuncia parte precisamente de esa tercera persona que aconsejó a Roberto la compra del coche y que, por ello, era el único que conocía la existencia del referido habitáculo en su maletero.
Las investigaciones comenzaron cuando se detectó la presencia de este hombre que frecuentaba periódicamente lugares conocidos policialmente por su relación con la venta al menudeo de sustancias estupefacientes, ubicados tanto en Salamanca capital como en el alfoz. Los investigadores establecieron la hipótesis de que esta persona podría ser una de los principales proveedoras de sustancias estupefacientes a determinados puntos de venta de Salamanca.
De esta manera, se confirmó que tenía su domicilio habitual en Valladolid, donde pasaba totalmente desapercibido al ser propietario de una peluquería, si bien cambiaba de domicilio con bastante frecuencia, posiblemente como medida de seguridad. La detención se remonta al mes de abril de 2024 cuando agentes de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Salamanca, en el marco de la 'Operación Fistol', dieron inicio a una investigación centrada en la persona del encausado, con domicilio en Valladolid, como consecuencia de distintos avisos recibidos en los que se apunta la posibilidad de que el investigado estuviera traficando con droga.
Fruto de tales pesquisas, los agentes actuantes pudieron comprobar que el sospechoso acudía en varias ocasiones a su domicilio portando una mochila que luego no llevaba consigo al salir, de ahí que se intensificaran las vigilancias hasta que el 26 de agosto del pasado año R.P.H. fue visto a bordo de un turismo con el que accedía a un garaje comunitario ubicado en la calle Arribes del Duero, momento en el que fue visto manipular algo en el interior de una mochila.
Los agentes le interceptaron cuando se dirigía al portal y al registrarle la mochila descubrieron en su interior sendos envoltorios con 580,33 gramos y 983,89 gramos de cocaína valoradas, respectivamente, cuyo valor global ascendía a 128.713 euros. El paquete con mayor cantidad mostraba un anagrama con la inscripción 'GUCCI' (normalmente los grupos organizados dedicados al tráfico de sustancias estupefacientes a gran escala marcan su 'mercancía' con algún logotipo con la finalidad de poder identificarlas como de su propiedad).
Junto a la cocaína, los funcionarios se incautaron de 50,15 gramos de levamisol, sustancia utilizada para el corte de la anterior y que, según entiende la policía, estaba destinada a abastecer a la capital salmantina durante las Ferias y Fiestas de septiembre.
Posteriormente, previa autorización judicial, se procedió al registro de su domicilio, así como a inspeccionar el establecimiento comercial y, de esta manera, se intervinieron otros 72,6 gramos de cocaína, 5.350 euros en efectivo, un vehículo, así como otros útiles para la comisión del delito. También se le ocupó un puño americano o llave de pugilato.