La presidenta del PACMA califica de "horrible" la muerte a golpes de gallinas en Pedrajas (Valladolid)

Actualizado: viernes, 9 abril 2010 16:51

VALLADOLID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

La presidenta en Castilla y León del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA), María Jesús Bocos, calificó hoy de "horrible" la noticia de la muerte a golpes en Pedrajas de San Esteban (Valladolid) de un centenar de gallinas a manos de siete quintos del pueblo y advirtió de que lo ocurrido es fruto de que la sociedad se halla inmersa en una cultura de la violencia, "que en algunos casos se presenta incluso como arte".

La portavoz ecologista, casualmente vecina de Pedrajas, se mostró sorprendida de no haberse enterado hasta ahora de este último episodio de violencia contra los animales y, en declaraciones a Europa Press, insistió en que "quien siembra vientos recoge tempestades", en alusión a que la no prohibición de espectáculos como los toros, los encierros o de otro tipo con participación de astados lleva a determinadas personas a creer que todo vale.

"¿Cómo explicas a una bestia parda, a un mozo crudo de pueblo que a los toros sí se les puede pegar pero que a los pollos y las gallinas hay que dejarles en paz, pues no lo entiende", advirtió Bocos, que en el caso concreto de lo ocurrido en Pedrajas los presuntos autores "han mamado de pequeños lo que hacían su padres y, al estar prohibido ya correr los gallos, han querido hacer lo mismo y lo han pagado con estos pobres bichos, aprovechando además que las granjas están en mitad de la nada y sin protección alguna", lamentó la portavoz ecologista.

Ésta explicó que en los últimos años alguna otra explotación avícola había sido objeto de este tipo de actos vandálicos pero que hasta la fecha "parecía que la situación, gracias a la intervención de la Guardia Civil, estaba controlada".

Bocos indicó que con anterioridad este tipo de granjas solían ser visitadas por los 'quintos', quienes "cogían a las gallinas y las estrellaban contra las paredes, sacaban a los pollitos de las incubadoras en pleno mes de febrero, cuando hacía un frío horrible, y éstos aparecían al día siguiente medio muertos o espachurrados en las aceras".