VALLADOLID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Segovia será escenario desde este jueves del primer simulacro de emergencia nacional de nivel 3 en el que estarán implicado más de 2.000 efectivos para garantizar la "coordinación, preparación y conocimiento" de todos los segmentos dedicados a situaciones de emergencias en el caso de catástrofe.
Este ejercicio se prolongará hasta el 11 de marzo y contempla numerosas incidencias derivadas de un episodio de lluvias torrenciales que finalmente provocará la rotura de la presa del Pontón y una gran inundación que afectará a Segovia y a las localidades aledañas.
Más de 2.000 efectivos del Ministerio de Defensa, UME, Ministerio de Interior, Fuerzas de Seguridad del Estado, Cruz Roja, Consejo de Seguridad Nuclear, Ministerio de Fomento, Aemet y Junta de Castilla y León, entre otros, colaborarán en este ejercicio que, a juicio de Alberto Asarta, general jefe de la Unidad de Emergencias (UME) es fundamental para dar una respuesta "eficaz y rápida" ante una situación catastrófica.
"El día que pasa no hay una segunda oportunidad", resaltó Asarta, quien abogó por impulsar este tipo de ejercicios al menos una vez al año para garantizar una coordinación adecuada y una respuesta rápida ante situaciones catastróficas como pudo ser en su día el terremoto de Lorca.
La zona elegida, el entorno de la localidad segoviana de Palazuelos de Eresma, se ha seleccionado porque reúne todas las condiciones para realizar el ejercicio. "Es un escenario muy bueno", explicó Asarta.
Por su parte, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, apuntó que este simulacro, dada su magnitud y por ser la primera vez que se realiza en España será declarado de interés nacional, lo que permitirá comprobar el proceso de transferencia de la dirección de la emergencia de las autoridades autonómicas a las estatales.
LA CATÁSTROFE
El simulacro de esta catástrofe tendrá lugar en la provincia de Segovia, donde las nevadas caídas durante enero y febrero y las intensas precipitaciones de marzo provocan "graves" inundaciones que afectarán a Segovia, Palazuelos de Eresma, Tabanera del Monte, San Cristóbal de Segovia, La Lastrilla y Zamarramala y amenazan a diversas infraestructuras.
Posteriormente, se simulará una gran avalancha de agua que llevará consigo la rotura de la presa del Portón Alto, lo que agrava aún más la situación y provoca sendos accidentes en un complejo petroquímico y una fábrica de combustible para centrales nucleares.
La catástrofe dejará un balance de más de 500 fallecidos, 1.000 desaparecidos y 12.000 personas sin hogar.
