PALENCIA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Subdelegación del Gobierno en Palencia elevará a la Dirección General de Tráfico la propuesta de instalar cinco nuevos radares fijos de velocidad en las carreteras de la provincia, 3 este año y dos más en 2007.
Para ello, la Subdelegación del Gobierno ha tenido en cuenta los correspondientes informes sobre accidentabilidad y velocidad en los diferentes tramos, así como el de la intensidad del tráfico.
En función de esos datos, se considera la N-611 que une Palencia con Santander como la carretera con prioridad para la instalación de uno de esos radares, dado el elevado número de accidentes registrados en el pasado año.
Las otras dos carreteras elegidas para la instalación de radares este mismo año son la A-67, autovía en construcción que cubre el mismo recorrido que la N-611, y la CL-615, Palencia-Riaño.
La instalación concreta de los radares se dará a conocer en su momento por parte de la Dirección General de Tráfico, una vez estudiadas las condiciones técnicas, como la necesidad de un tendido eléctrico.
Por su parte, los dos radares solicitados para 2007 se instalarían en la A-231, Burgos-León, y en la N-610, Palencia-Benavente. Según los informes analizados, en ambas vías se ha registrado una velocidad inadecuada y la previsión de intensidad del tráfico es creciente.
En la actualidad sólo hay instalados dos radares fijos en la provincia de Palencia, ambos en la A-62 (Burgos-Portugal), en las localidades de Quintana del Puente y Magaz de Pisuerga.
