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VALLADOLID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Municipal Socialista ha calificado de incoherente la actitud del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Valladolid sobre la "inoportuna y desproporcionada" decisión del Gobierno de España de aumentar los tipos impositivos del IVA ya que el gasto medio de cada familia vallisoletana aumentará en 600 euros al año, cantidad estimada por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU).
La subida impositiva al consumo, que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, afecta tanto al tipo general del impuesto, que aumenta tres puntos (del 18 al 21 por ciento), como al tipo reducido, que en unos casos pasa del 8 al 10 por ciento y que en otros se incrementa nada menos que desde el 8 hasta el 21 por ciento.
La decisión adoptada por el Gobierno de Mariano Rajoy también afectará de forma "muy importante" a las arcas municipales, "que se verán resentidas" en más de 5 millones de euros, según el cálculo del Grupo Municipal Socialista en base a los datos facilitados en su día por el concejal de Hacienda, quien estimó en 2010 que una subida de dos puntos en el tipo general (del 16 al 18%) y de un punto en el reducido (del 7% al 8%) suponía un coste de 3 millones al Ayuntamiento.
Por consiguiente el impacto de la subida del IVA aprobada por Rajoy en las cuentas municipales "conllevará un aumento proporcional, al que hay que añadir el impacto que producirá la subida de 13 puntos sobre actividades impulsadas desde el Ayuntamiento", entre las que destacan el Teatro de calle, la SEMINCI, Valladolid vive la música, Valladolid Latino, las salas de teatro o los espectáculos taurinos.
Teniendo en cuenta estos datos, el concejal socialista Pedro Herrero considera "una tomadura de pelo" la respuesta dada por Alfredo Blanco en el último Pleno municipal a la pregunta del PSOE, cuando el edil popular pronosticó que la subida con llevaría "un coste de un millón de euros a las arcas municipales".
Además, en dicho Pleno, al concejal de Hacienda "no le dolieron prendas" en ratificar sus declaraciones de hace dos años en las que aseguraba que subir el IVA era "un castigo a todos los ciudadanos y las administraciones públicas, una mala política para el consumo y un error que no ayuda a salir de la crisis porque impide la recuperación, el crecimiento económico y la creación de empleo, sin ninguna certeza además sobre su impacto en la recaudación".
