La Tarasca de Zamora se exhibirá desde el lunes en el museo Etnográfico de Castilla y León

Actualizado: domingo, 6 junio 2010 18:30

ZAMORA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Zamora y la dirección del Museo Etnográfico de Castilla y León cerraron hoy el acuerdo que permitirá que la Tarasca se exhiba de forma permanente en el museo Etnográfico como una pieza de extraordinario valor que forma parte del legado cultural y la tradición de la ciudad de Zamora.

El grupo escultórico se instalará en la planta baja del museo con posterioridad al desfile procesional del próximo domingo y, a partir de entonces, se establecerá una semana de puertas abiertas.

Con este acuerdo el Ayuntamiento de Zamora quiere fomentar un mayor reconocimiento social del patrimonio etnográfico zamorano, facilitar su "divulgación y promoción y garantizar su adecuada conservación", aseguraron fuentes municipales.

La exposición de la Tarasca en el museo permitirá, por un lado, dar a la imagen el valor que realmente tiene como testimonio de las fiestas populares y de la memoria colectiva, y por otro, difundir y promocionar las tradiciones de la ciudad tanto desde el punto de vista didáctico como turístico.

La custodia de la Tarasca por parte del museo etnográfico garantiza también una adecuada conservación de la composición, obra del escultor zamorano Ramón Álvarez.

En el año 2006 el Ayuntamiento de Zamora asumió como titular de la imagen una restauración integral, que permitió recuperar su aspecto original y, dentro de ese proceso, quedó pendiente el banderín que porta la Santa y que estaba muy descolorido y deteriorado.

Esta pieza, de mas de tres metros de largo ha sido restaurada por Amelia Gutiérrez sobre un nuevo paño de seda natural que sustituye al anterior y al que se ha trasladado el bordado del escudo de la ciudad de Zamora tejido en la bandera primitiva.

La Tarasca, que desfila con los gigantes y las gigantillas en la procesión del Corpus Christi, es una figura mitológica, que tiene su origen en la leyenda de Santa Marta, según la cual, esta criatura (una especie de dragón con garras, aletas y escamas) había sembrado el terror en la localidad francesa de Tarascón, devastando todo lo que encontraba a su paso y sin que nadie logrará vencerla, hasta que Santa Marta encantó a la bestia con sus plegarias y convirtió el terrible monstruo en un dócil animal.