Vadillo entrega al Torrecilla de la Abadesa una talla de Santa Águeda que fue robada en 1991 y recuperada este año

Europa Press Castilla y León
Actualizado: martes, 7 julio 2009 16:56

VALLADOLID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo, entregó hoy al Ayuntamiento y Parroquia de la localidad de Torrecilla de la Abadesa la talla de Santa Águeda, sustraída en 1991 y recuperada por Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el transcurso de la Operación Mare Nostrum, que se desarrolló en Valencia, París y Toulouse y se culminó en mayo de este año.

Al acto asistieron el comandante segundo jefe de la Comandancia de Valladolid de la Guardia Civil, Javier Peña, varios miembros de la UCO y la alcaldesa y el párroco de Torrecilla, además de vecinos del pueblo, en un acto que se desarrollo en la iglesia de San Esteban.

La Guardia Civil en la denominada operación 'Mare Nostrum', detuvo el pasado mes de mayo a cinco personas integrantes de una red dedicada al robo y posterior comercialización de obras de arte, al tiempo que intervino 90 pinturas y diversas esculturas religiosas que datan de los siglos XVII al XX.

Entre estas piezas religiosas se encontraba la talla de Santa Águeda, sustraída en 1991 en la iglesia parroquial de San Esteban, de la localidad de Torrecilla de la Abadesa.

La talla, en madera policromada, tiene una altura de 103 centímetros y pertenece al estilo barroco, del siglo XVI. Su robo fue denunciado en julio de 1991.

Entre las piezas recuperadas en la operación se encontraban obras firmadas por Giusepe Ribera Español 'Españoleto' y Francisco de Herrera 'El Viejo'.

La operación se inició cuando en una casa palacio de la localidad de Benejama (Alicante), se sustrajeron quince pinturas al óleo de los siglos XVII y XVIII, entre otros objetos. A raíz del robo y por indicios obtenidos, los investigadores centraron sus sospechas sobre unas personas de la localidad de Xátiva (Valencia), que contaban con un amplio historial delictivo por robos de obras de arte.

Durante varios meses estas personas fueron sometidas a un discreto servicio de vigilancia, observando que a diario realizaban frecuentes desplazamientos por las Comunidades Autónomas de Valencia, Murcia y Castilla la Mancha, en busca de casas de campo señoriales, que pudieran contener obras de arte o antigüedades.

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