Agro.- Espinosa afirma que en España sólo se comercializan transgénicos con aval de la EFSA

Actualizado: martes, 28 abril 2009 19:12

MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, señaló hoy que la prioridad del Gobierno en relación con los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se centra en la seguridad de los consumidores y la protección del medio ambiente, por lo que en España no se comercializa ningún producto alimentario, ni convencional ni biotecnológico, sin el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Así respondió en el Senado a una pregunta formulada por el diputado del Grupo Mixto José Manuel Pérez Bouza, quien pidió al Ejecutivo que secunde a otros nueve países europeos que han prohibido el cultivo de transgénicos en su territorio, basándose en el "principio de precaución".

Espinosa señaló que los cultivos de OGM en España están autorizados por la Unión Europea desde 1998 y afirmó que, en esta materia, el Gobierno "seguirá atendiendo a criterios de carácter científico".

"Tendremos siempre en cuenta al consumidor y la transparencia; una decisión en otro sentido sería contraria a la normativa comunitaria y nos expondría a ser sancionados de la Unión Europea", recalcó la titular del ramo.

CULTIVO "INSUFICIENTE"

Espinosa detalló que la superficie de maíz transgénico en España alcanzó las 79.269 hectáreas en 2008, tras lo que sostuvo que el cultivo de cereales es "claramente insuficiente" para cubrir la demanda interna, por lo que "es necesario importar de países terceros como Estados Unidos, Brasil y Argentina, que utilizan OGM y cuya comercialización está autorizada por la UE".

La ministra mantuvo que "sólo una pequeña parte" del catálogo de OGM se circunscribe al ámbito agrario, de manera que "la inmensa mayoría de las sustancias transgénicas se diseñan y se utilizan en ámbito de la salud, como la insulina".

Por su parte, Pérez Bouza criticó que España sea el Estado de la UE con mayor producción de OGM, que, en su opinión, "no han demostrado ser más productivos, no aportan una mejora a la calidad de los alimentos y no contribuyen a reducir el hambre en el mundo", mientras que "sí provocan un deterioro de la biodiversidad agrícola y un mayor uso de productos químicos en el campo".

Tras exigir que se prohíba el cultivo de transgénicos en España, recalcó que "claudicar en esto es claudicar ante unas pocas multinacionales".