LLEIDA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Catalán de la Viña y el Vino (Incavi) y el Consejo Comarcal del Pallars Sobirà (Lleida) firmaron hoy un convenio según el cual el instituto elaborará un estudio para valorar la existencia de variedades autóctonas de uva en riesgo de desaparición del Pallars Sobirà, y su viabilidad en la zona. El estudio, que comenzará en breve, contempla también la posibilidad de implantar nuevas variedades.
El Incavi es una empresa pública de la Conselleria de Agricultura, Alimentación y Acción Rural (DAR) que este año pretende potenciar las variedades autóctonas como medio de diferenciación y potenciación de los vinos catalanes porque dan riqueza y autenticidad a los caldos.
A la firma del convenio, que tuvo lugar en Lleida, asistió el director general del Incavi, Joan Aguado; el presidente del Consejo Comarcal del Pallars Sobirà, Vicenç Mitjana, y el director de los Servicios Territoriales de Agricultura en el Pirineo y Aran, Josep Escales.
Aguado quiso dejar constancia de que el convenio es el primero que formaliza el instituto con un consejo comarcal y Mitjana consideró que el futuro está en buscar las peculiaridades del territorio, razón por la que el consejo comarcal, "ya está trabajando también en la recuperación de variedades de frutales".
La recuperación de variedades de uva de esta comarca fue planteada en septiembre en el Parlament por el diputado de CiU y alcalde de Sort, Agustí López, que pidió la redacción de un estudio genético de variedades de uva rústica del Pallars Sobirà antes de un año. Entonces López afirmó que el estudio y recuperación de las variedades rústicas de uva del Pirineo iba más allá de una actitud nostálgica, porque se podía elaborar "un vino con personalidad para completar la gastronomía propia del Alto Pirineo e imprimir un nuevo impulso a la restauración local y comarcal".
El diputado convergente argumentó que entre los siglos XIII y XIX esta zona era productora de vino y que dejó de serlo por la filoxera, que borró las cepas del paisaje. Los terrenos de viña se convirtieron entonces en fincas de forrajes, leguminosas o cereales. En los últimos decenios sólo se ha producido vino en la Conca de Tremp, en las cercanías de Orcau, del municipio de Isona i Conca Dallà, y en Vilamitjana, en el municipio de Tremp.
López explicó que muchas plantas con los mismos genes que había antes de la plaga han sobrevivido emparradas a la pared y a los muros de piedra orientados al sur, a la solana, también en bancales inaccesibles a los tractores, convirtiéndose en verdaderos refugios genéticos de variedades rústicas.
Al plantearlo en el Parlament, López explicó que en otras zonas montañosas de Europa, como la Emilia-Romagna, al norte de Italia, se han recuperado variedades locales de uva anteriores a la filoxera obteniendo variedades de maduración muy tardía.