BARCELONA 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, ha defendido la seguridad alimentaria de la producción cárnica y láctea de Catalunya después de que el Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinaria de Rusia (Rosselkhoznadzor) esté estudiando prohibir la importación de productos españoles.

En un comunicado, el conseller ha considerado que está "fuera de lugar" la posibilidad de que Rusia restrinja las importaciones de carne y leche de España, y ha insistido en la calidad, trazabilidad y seguridad alimentaria de la producción agroalimentaria catalana.

"La confianza en la seguridad alimentaria es cada vez más importante y básica si queremos garantizar nuestra presencia internacional y mantener la fidelidad de nuestro mercado interno", ha asegurado Pelegrí.

Ha indicado que no ha recibido ninguna comunicación oficial del Ministerio de Agricultura de que se hayan detectado problemas en ninguna explotación catalana, y ha pedido calma tras recordar los efectos negativos que padeció el sector por la pasada crisis del pepino producida por la bacteria e.coli en Alemania, cuyo brote se atribuyó a España inicialmente.

Pelegrí ha destacado que el Govern ha elaborado un nuevo plan aplicable hasta 2016 que establece 28 objetivos estratégicos y 127 líneas de intervención en ámbitos como la vigilancia y el control, evaluación de riesgos y autocontrol de las empresas con el objetivo de que Catalunya mantenga un elevado nivel de salud alimentaria, se asegure la calidad y se eviten fraudes.

CONTROLES RUSOS

En concreto, el Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinaria de Rusia podría prohibir la importación de los productos cárnicos y lácteos desarrollados por 614 productores españoles que están en la lista de proveedores garantizados por los servicios veterinarios de España.

Según el responsable del organismo, Sergei Dankvert, los inspectores rusos han inspeccionado 19 empresas españolas que exportan productos animales a los países de la Unión Aduanera: "Incluso teniendo en cuenta que es posible hacer algunas concesiones, el 62% de los productos no cumplen con nuestros requisitos", ha asegurado.

En este sentido, añade que si se tienen en cuenta las incumplimientos relacionados con que el seguimiento en laboratorio de los productos exportados de acuerdo a las normas europeas, "ninguna de las industrias inspeccionadas supera las pruebas".

Entre las deficiencias encontradas por los inspectores se encuentran productos que no tienen la información exigida por la Unión Aduanera, así como la ausencia de análisis que cumplan con los estándares exigidos, lo que provoca una "certificación inexacta de los productos enviados".