BARCELONA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

El sindicato Unió de Pagesos reclamó hoy precios justos para productores y consumidores con la instalación por un día de un mercado en el Portal de l'Àngel de Barcelona, en el que vendieron productos agroalimentarios al precio que creen que deberían percibir de las grandes distribuidoras.

Con esta iniciativa, el sindicato protestó por el "enorme" margen que existe entre el precio que recibe el agricultor y el precio final que paga el consumidor. Un precio que en productos como el vino aseguraron que puede incluso triplicar el de origen.

El responsable del sector de vegetales del sindicato, Carles Vicente, consideró fundamental la alianza entre el agricultor y el consumidor porque el perjuicio es para ambos. "Al consumidor se le está vendiendo un producto gris, a precios demasiado altos, y sin que sepa qué es lo que compra y si es o no de calidad", afirmó.

Por su parte, el coordinador de la comarca de l'Alt Penedès, Josep Joan Saumiell, insistió en que la solución es que el gran comercio se ajuste, respete unos márgenes y tenga una "cierta" preferencia por el producto de la tierra, a precios justos y razonables.

"Las grandes superficies no cuidan el producto catalán, buscan allí donde pueden comprar más barato y obtener más margen, sin importarles la calidad, y eso va en contra del agricultor y del consumidor", advirtió Saumiell.

El sindicato también reclamó a la Administración una legislación de comercio agroalimentario que garantice la transparencia del mercado y unos precios justos de estos productos para los agricultores.

Unió de Pagesos instaló un mercado donde se vendieron productos de la huerta, aceite, vino, leche, cítricos, fruta dulce y frutos secos con un doble etiquetado, que especificaba el precio que reciben los productores y el precio justo que les correspondería percibir.

Los barceloneses, y algún que otro turista sorprendido, que se encontraron esta mañana el improvisado mercado se mostraron muy satisfechos con sus compras y destacaron la calidad de los productos. "Melocotones como estos no los encuentro en el supermercado, y además, aquí me cuestan 0,60 céntimos y allí casi tres euros", explicó Nuria Burguès a Europa Press.