Barcelona no dará nuevas licencias durante un año en la calle Girona para evitar gentrificación

BARCELONA 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Barcelona ha suspendido durante un año el otorgamiento de nuevas licencias de actividades de concurrencia pública en los entornos de la calle Girona, para diseñar un plan de usos y "evitar la gentrificación", garantizar un equilibrio de usos, preservar el comercio local y de proximidad, y la convivencia ciudadana, ha apuntado el consistorio en un comunicado este lunes.

Así, mientras dure el proceso de redacción del plan, y "para que no se produzca un incremento de solicitudes de licencia y autorizaciones contrarias a los objetivos del propio plan", el Gobierno municipal ha activado una suspensión de licencias en el espacio delimitado por las calles Roger de Llúria, paseo de Sant Joan --excepto en el tramo por encima de la Diagonal--, Crsega --en la fachada Eixample--, ronda de Sant Pere --entre paseo de Sant Joan y Urquinaona--, y en todas las fachadas de Urquinaona que son del Eixample.

Las licencias suspendidas son las que incumben a la realización de exhibiciones o espectáculos en recintos cubiertos, actividades musicales, de restauración, de juego y atracciones, audiovisuales, de comercio alimentario con degustación, horchaterías y heladerías, y puestos de comida preparada, aunque en el recinto interior del Mercat de la Concepció las actividades no estarán sometidas a la suspensión, ya que cuenta con el régimen específico que regula el Institut Municipal de Mercats.

DERECHO AL DESCANSO

El Ayuntamiento está trabajando en la reurbanización de toda la calle Girona para convertirla en un eje verde con prioridad para los peatones, y prevé que se convierta en un punto de interés para toda la ciudad, "hecho que podría favorecer el monocultivo de locales destinados a los servicios, restauración y ocio".

Por este motivo, el Ayuntamiento quiere asegurar un equilibrio entre los locales y los usos del espacio, y evitar que las actividades más vinculadas a servicios y ocio "puedan proliferar de manera descontrolada", para garantizar los derechos de los vecinos al descanso y que su día a día, apuntan, no se vea afectado por el ruido de estas actividades.

Según el consistorio, en estos últimos años, todo el entorno del mercado y de la calle Girona ha experimentado un aumento de establecimientos de pública concurrencia y de locales de restauración, que han marcado un cambio importante en la actividad de la zona.