Unos 1.600 catalanes han pedido este año que les prohíban entrar en bingos y casinos por su adicción al juego

BARCELONA 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

Unos 1.600 catalanes se dieron de alta durante el primer semestre de este año en el registro voluntario de prohibición de acceso a locales de juegos de azar. Este registro obliga a los responsables de los salones de juego a prohibir la entrada a las personas que sufren ludopatía y figuran en la lista, donde previamente se han inscrito de forma totalmente voluntaria.

Según los datos de la Conselleria de Interior --responsable de la legislación en materia de juego-- facilitados a Europa Press, de enero a junio se dieron de alta en el registro 1.588 personas y se dieron de baja otras 805, al considerar que ya no necesitan estar en las listas.

Respecto a otros años, estas cifras siguen una tendencia similar. Durante todo el año pasado, se dieron de alta 3.066 ludópatas y se dieron de baja 1.603 personas. En 2004, la cifra de altas fue un poco superior, alcanzando las 3.223 personas, mientras que las bajas sí fueron significativamente más, llegando a 5.159.

La autoprohibición ejercida por los propios ludópatas para acceder a bingos, casinos y locales de máquinas tragaperras dura un año y tiene que renovarse. Esta autoprohibición puede reforzarse con la colaboración de un familiar autorizado por el enfermo, quien no puede darse de baja del registro sin el consentimiento de su pariente.