Pujol dice que las palabras de Maragall son algo que "podía pasar", y cree que parte del PSC está muy desconcertada
BARCELONA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, reclamó hoy el apoyo de los catalanistas que apoyaban a Pasqual Maragall y que ahora "se puedan sentir huérfanos".
Alegó que las declaraciones del ex alcalde barcelonés y ex presidente catalán sobre el Estatut y sobre su situación en el PSC "dejan claro que algunos votantes de Maragall en su momento, catalanistas que votaron socialista, se pueden sentir huérfanos. Pues a este gente también le pido el voto".
Lo dijo durante un encuentro con la prensa en que el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el presidente de CiU, Artur Mas, apoyaron al candidato Trias.
El alcaldable advirtió de que "el aparato de la calle Nicaragua" --en alusión a los dirigentes del PSC-- "ha decidido tomar las riendas del Ayuntamiento de Barcelona" tras "proyectar fuera a Joan Clos y sustituirle por Jordi Hereu", a quien calificó de "burócrata" y "del aparato".
Artur Mas añadió que Hereu "es producto del aparato" del PSC y que, si no es así, "no se entendería" que el que fue número 9 en la anterior candidatura sea ahora el 1, lo que consideró "un fraude moral, aunque no legal".
Jordi Pujol hizo notar, misterioso, que "en Catalunya mandan cinco personas, y ninguna de ellas es del sector catalanista del PSC". Añadió que Antoni Castells y Joaquim Nadal sólo son consellers.
Pujol aseguró que "todo un sector del socialismo catalán y de votantes del PSC debe de estar muy desconcertado". Sólo aludió a las recientes palabras de Maragall para decir que no le han sorprendido y que "esto podía pasar". Se limitó a añadir que quien sea "perspicaz" puede entender este comentario del propio Pujol.
También dijo que Maragall era "el principal responsable de toda la operación" estatutaria, pese a lo cual "desapareció" durante la negociación del proyecto.
MAS: UNA "VOZ POTENTE" PARA CATALUNYA.
Artur Mas reiteró que Maragall ha confirmado la "subordinación de la presidencia catalana al PSOE". Añadió que la "prioridad principal" de la federación en estos comicios es la alcaldía barcelonesa, porque ve "urgente" poder "compensar" lo que considera una concentración de poder en Catalunya en manos especialmente socialistas.
Además, considera que un alcalde convergente en la capital puede ser una "voz potente" que suene por encima de la actual Generalitat, que "no puede defender eficazmente" a Catalunya.
PUJOL VE "MIEDO" EN MUCHOS MUNICIPIOS.
Pujol también dijo que en las elecciones municipales debe evitarse la concentración de poder y que "ya hay demasiados sitios donde la gente actúa con miedo, y se nota a la hora de hacer las listas electorales".
Y quiso subrayar que "ningún alcalde podrá decir" que la Generalitat que él presidió actuó "sectariamente".
TRIAS, OPTIMISTA POR "PSICOLOGÍA".
Xavier Trias dijo que sólo pueden ser alcaldes él o Jordi Hereu, y que apelará en su campaña al "voto útil". De hecho, vio "muchas" posibilidades de que no se repita el tripartito si CiU gana las elecciones.
"Si saco un concejal que el PSC, seré alcalde. ¿En qué me baso? Psicología. Y no me hagan hablar". Aun así, aseguró no tener "ningún compromiso" de algún otro candidato para pactar con él, y que no lo habrá hasta pasadas las elecciones.
Poco después, Trias insistió en que el tripartito "no es inevitable" y que puede que no convenga a los socios que actualmente lo conforman. Para él, "no está tan claro que sea lo que más convenga a ERC hoy día".
Según Trias, "no tiene lógica" llegar a repartirse la legislatura con otro de los candidatos, aunque no descartó nada hasta la noche electoral. En cualquier caso, aseguró que está dispuesto a seguir en la oposición toda la próxima legislatura, y no dejar el Consistorio; ni ceder el protagonismo del grupo de CiU a otra persona, siempre que la federación siga confiando en él.
QUE EL ELECTOR DE CIU VAYA A VOTAR.
El ex presidente Pujol destacó que, en las pasadas elecciones autonómicas, CiU ganó en Barcelona por primera vez desde 1995, de manera que condicionó en buena parte la victoria convergente a que sus votantes vayan a las urnas.
Afirmó que toda la estadística electoral de la federación demuestra que sus mejores resultados han llegado cuando ha votado más gente, por lo que aprovechó para negar "lo que se decía al principio de la democracia: que a CiU no le convenía que hubiera demasiada participación".
