BARCELONA, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Los integrantes del tripartito municipal de Barcelona --PSC, ERC e ICV-EUiA-- defienden el mantenimiento de la actual política impositiva del consistorio, con leves retoques en el caso del IBI, mientras que CiU y el PP prometen rebajas fiscales si llegan al Ayuntamiento.
El alcaldable socialista, Jordi Hereu, se opone a realizar "rebajas generalizadas" de los tributos ya que, en su opinión, una bajada de impuestos no es compatible con la mejora de los servicios públicos y muy especialmente de la atención social, uno de sus ejes de campaña.
Los socialistas abogan por "mantener" el nivel de impuestos, y únicamente plantean ampliar las bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que en la actualidad sólo tienen las familias numerosas, a las personas mayores con rentas bajas --sobre todo viudas-- y a las familias monoparentales con ingresos reducidos.
ERC PIDE GRAVAR LAS PERNOCTACIONES.
Por su parte, ERC no se decanta ni por subir ni por bajar los tributos municipales en su conjunto. Los republicanos son partidarios de establecer "bonificaciones o recargos" sobre las tasas que ya existen, con el propósito de "potenciar o desincentivar" determinadas conductas.
En este sentido, ERC propone un recargo del IBI del 60% para los propietarios de viviendas desocupadas, frente a una bonificación del 25% propuesto para las viviendas habituales de los contribuyentes.
En relación al Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICO), proponen bonificaciones del 25% para quienes acrediten medidas de seguridad laboral superiores a las exigidas por la normativa natural.
En el ámbito turístico, ERC sigue apostando por la introducción de una impuesto que grave al sector. Esto es lo que se desprende de su programa, que aboga por la implantación de un "nuevo tributo que grave las pernoctaciones nocturnas".
RECARGO PARA LOS TODO TERRENO.
ICV-EUiA, como sus socios, también propone mantener la presión fiscal del Ayuntamiento. Según los ecosocialistas, el consistorio requiere de recursos para responder a nuevos retos y necesidades y, por tanto, hay que mantener la presión fiscal para cubrir así las demandas de nuevos servicios públicos.
Para la alcaldable ecosocialista, Imma Mayol, los impuestos tienen que aumentar al mismo ritmo que lo hace el Producto Interior Bruto (PIB) y no por debajo, como pasó en el anterior mandato. Concretamente, Mayol apuesta porque el IBI crezca como mínimo al mismo ritmo que el IPC.
En cuanto al IBI, propone bonificaciones para los hogares que ahorren energía, sean ecoeficientes o aprovechen la luz solar. También pide reducciones para familias numerosas y ampliar las destinadas a las monoparentales.
En declaraciones a Europa Press, Mayol apostó por imponer un recargo en el impuesto de circulación para los vehículos todo terreno por "contaminar más y ocupar más espacio".
BONIFICAR LA ACTITUD MEDIOAMBIENTAL.
Por su parte, CiU propone excepciones fiscales para las familias, comunidades de vecinos y oficinas que superen una auditoría medioambiental y demuestren que ahorran agua y energía.
Así, plantea modificar las ordenanzas fiscales para disminuir hasta el 25% de la tasa de alcantarillado, por ahorro de agua; hasta el 50% del IBI, por eficiencia energética, y hasta el 50% de la tasa metropolitana de gestión de residuos municipales, para premiar una buena gestión en este ámbito.
CiU quiere además que no acabe el año sin garantizarse la financiación prevista en la Carta Municipal, y que consiste en "la cesión y/o participación de los impuestos estatales (IVA, IRPF e impuestos especiales)".
"TRIPLE RECETA" DEL PP.
El candidato del PP, Alberto Fernández Díaz, ha solicitado en reiteradas ocasiones una reducción de la presión fiscal. En este sentido, considera que en la ciudad muchas de las tasas están al máximo de lo que permiten las normativas fiscales estatales, y que además, ello no significa que los servicios sociales que presta el Ayuntamiento sean de calidad.
Por ello, el candidato propone una "triple receta", que pasa por "menos impuestos, más infraestructuras y mejor capital humano". En este sentido, estima que reducir la presión fiscal "incentivaría una mayor actividad económica y aumentaría la recaudación". Esta medida "debe acompañarse de una política de austeridad en publicidad y en protocolo", explicó.
Los populares defienden rebajas en el impuesto de vehículos, supresión del recargo del IBI para sirve para financiar el transporte público, reducir a la mitad las zonas azules y áreas verdes de aparcamiento e introducir bonificaciones a favor de las familias numerosas.
