BARCELONA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un total de 42 alumnos de cuarto de ESO han dejado en blanco las pruebas de competencias básicas de catalán y matemáticas y 37 no se han presentado como medida de protesta.
Según Enseñanza, los 37 estudiantes que no se han presentado tendrán que hacer igualmente estos exámenes, y los que han optado por responder en blanco deberán repetir la prueba, puesto que por primer año es "obligatoria", según consta en las instrucciones de inicio de curso en relación a esta evaluación externa.
El total de 79 estudiantes suponen un 0,11% del total de 66.520 alumnos catalanes que se han examinado de las competencias básicas, una evaluación que realiza la Generalitat desde hace cuatro cursos, y que el año pasado ya fue boicoteada por unos 200 estudiantes.
El Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha convocado para este martes y miércoles un boicot bajo el lema 'Contra la incompetencia, la desobediencia', y ha publicado una guía de insumisión en su página web, en la que defienden una educación pública y de calidad.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz del SEPC Luca Reventós ha considerado "una cifra positiva" el número de alumnos insumisos, porque han conseguido que no haga la prueba el 100% del alumnado, aunque espera que este miércoles secunden la insumisión más jóvenes.
Según ha dicho, ya se esperaban un seguimiento menor que en el curso pasado por la advertencia lanzada este lunes por Enseñanza de la obligatoriedad del examen: "Ha habido más presión sobre los alumnos, que se han sentido más coaccionados a hacer las competencias".
El SEPC rechaza las pruebas de competencias básicas porque, al ser externas, "ponen en duda el criterio evaluador de los propios centros", y también defiende el boicot como medida de protesta contra los recortes y las políticas de austeridad en Catalunya, España y la UE.
A su juicio, aunque Enseñanza no publique los resultados de los centros, sí que supone una "división" entre los que obtienen buenas y malas notas, y ha lamaentado que ello no se traduce en una mejora de las condiciones en las aulas más desfavorecidas, donde hay masificación y precariedad.