Absuelven al acusado de contratar a dos sicarios para desfigurar el rostro de su exnovia

Actualizado: jueves, 8 marzo 2012 13:35

El acusado admitió que le había enviado cartas amenazándola con desfigurarla

BARCELONA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha absuelto al acusado de contratar a dos sicarios para desfigurar el rostro de su expareja en noviembre de 2007 con un corte de 10 centímetros de la boca a la oreja, para quien la Fiscalía pedía 12 años de prisión.

El tribunal también ha exculpado al sicario que compareció ante el juez --el otro está en rebeldía--: "La única decisión que puede adoptarse es su libre absolución con todos los pronunciamientos favorables, al no haber quedado probado que Manuel V. efectuara el encargo de desfigurar la cara de Mercedes L., ni Rubén S. ni ninguna otra persona", señala la sentencia.

Lo que sí queda acreditado es que el día de los hechos a las 14 horas cuando la víctima salía del trabajo y estaba agachada buscando las llaves para entrar en casa, dos individuos se acercaron con una motocicleta Honda y, el hombre del asiento posterior bajó y le cortó la mejilla causándole "un perjuicio estético importante", abandonando posteriormente el sitio con la moto.

Según la sentencia, la víctima reconoció fotográficamente al acusado Rubén S. en comisaría porque en el momento de la agresión tenía el visor levantado y pudo verle los ojos, la nariz y la boca, pese a que sólo le reconoció con una certeza del 75%.

También aseguró que se trataba de un hombre de entre 30 y 35 años y el presunto sicario tenía 21 años, unos indicios por los que el juez afirma que "no se puede concluir que Rubén S. fuese el autor material de los hechos".

Tampoco se ha podido demostrar que la chaqueta y la funda de casco que reconoció la víctima fueran las que llevaba este procesado, que negó ante el juez que conociera a la víctima y al principal acusado, pese a que cuando fue detenido admitió que le había contratado para ejecutar dicho plan.

FALTAN PRUEBAS

La sentencia también sostiene: "Este tribunal es consciente de que resulta difícil pensar en la existencia de un móvil en la acción del autor distinto del que viene atribuido por las acusaciones".

No obstante, según el juez, el relato de la Fiscalía y la acusación particular "no dejan de ser conjeturas o hipótesis con una base lógica pero sin el apoyo de una verdadera prueba de cargo".

Y es que considera que no hay una prueba testifical directa "que sólo podía proceder del otro coacusado", que no compareció en el juicio oral porque está en rebeldía.

Durante el pleito, el acusado, que negó los hechos, reconoció haber contratado a detectives pero aseguró que era para saber si la mujer le era infiel --un hecho que corroboró-- y no para averiguar sus horarios y rutinas, que ya conocía después de tantos años de relación.

Manuel V. también reconoció que en 2003 envió cartas anónimas a su expareja, en las que la amenazaba con desfigurarla --por lo que ya se le condenó--: "No dudes de que ese momento llegará cuando estés sola. Como verás en el espacio de uno o dos año tendrás un accidente en que quedarás completamente desfigurada", recogía el texto del fiscal.