El acusado por el crimen de la Guardia Urbana Albert López. - EUROPA PRESS
BARCELONA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El acusado por el crimen de la Guardia Urbana Albert López ha reconocido este viernes por primera vez que quería "reactivar" la relación con la también acusada Rosa Peral, junto a quien la Fiscalía sostiene que asesinaron al también agente del cuerpo Pedro R. en mayo de 2017 y considera que fue una prueba de amor.
El fiscal, Félix Martín, le ha preguntado durante el interrogatorio por qué mandó a Peral fotos de notas con mensajes de amor que ella le había escrito, y ha dicho: "Eran notas que me había dejado en casa durante todos los años. Se las mando para reactivar esa chispa".
El fiscal le ha cuestionado si era consciente de que era la primera vez que reconocía que quería reanudar la relación, que considera el móvil del crimen, siendo esta su quinta declaración contando la investigación policial y la fase de instrucción: "Durante tres años he estado leyendo lo que esta señora ha dicho aquí en un papel. Siempre he pensado que iba a decir la verdad, y no lo ha hecho. Era una oportunidad hacia ella de decir la verdad".
Sobre la noche del crimen, ha mantenido que Peral es la única autora del asesinato, también se ha desvinculado de la quema del cadáver dentro de un coche junto al pantano de Foix y ha dicho que la encubrió porque las emociones le nublaron la inteligencia.
López, que se ha mostrado desafiante durante el interrogatorio, ha dicho que todos los actos para encubrirla los hizo como un autómata, literalmente, y "fruto de esa lealtad ciega de esa persona que he querido con absoluta locura amorosa".
EL CADÁVER YA ESTABA EN EL MALETERO
"No se entendía más que 'Creo que lo he matado, creo que lo he matado, mis hijas, mis hijas'", ha explicado que le dijo Peral en una llamada la noche del crimen, aunque ha asegurado que no acudió a la casa donde ella convivía con la víctima hasta horas más tarde, cuando Pedro R. ya había muerto y su cadáver estaba en el maletero.
También por primera vez en todas sus declaraciones, López ha asegurado que Peral "dio a entender" que el arma del crimen fue una pistola, y ha negado que él llevara el arma estando fuera como aseguró la acusada.
COMPRÓ LA GASOLINA
Además, ha explicado que, la noche siguiente, ella le pidió comprar gasolina sin saber que era para quemar el coche --en otras declaraciones dijo que sí lo sabía--, y le hizo acompañarla hasta casa de su exmarido.
"Si no quemó el coche al lado de casa de Rubén fue gracias a mí. Cuando me di cuenta donde estaba, arranqué y me fui", y ha explicado que, una vez en el pantano, fue ella quien incendió el vehículo.