Los acusados y la víctima de una violación en una ambulancia se contradicen

Fachada del Palau de Justícia, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona
EUROPA PRESS - Archivo
Actualizado: martes, 3 abril 2018 14:31

   La clave, los 14 minutos que el vehículo estuvo parado en un cruce

   BARCELONA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los dos sanitarios acusados de presuntamente violar a una mujer en una ambulancia en Barcelona y la denunciante se han contradicho durante el juicio, y mientras ella ha reiterado que fue violada por los dos hombres aunque no recuerda sus caras ellos lo han negado.

   En el juicio celebrado este martes en la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona, la mujer, que ha declarado con los acusados detrás de un biombo, ha relatado que se desmayó en la calle Josep Tarradellas con Numancia el 21 de agosto de 2015, sobre las 1.00 horas, por haber bebido vino y una medicación para dormir.

   Había pasado el día con un amigo, habían bebido vino en la comida y por la tarde, y se pensaba quedar a dormir en casa de él, aunque por una discusión finalmente abandonó la casa y fue con él a buscar un taxi, momento en que perdió el conocimiento.

   No recuerda nada hasta que abrió los ojos, se encontró recostada en una camilla y vio a dos hombres en un habitáculo que parecía una ambulancia, uno al lado de su cabeza con el pene introducido en su boca y otro penetrándola vaginalmente: "Me decían que no había pasado nada. Claro que ha pasado, me estáis violando, les dije".

   En su relato, la mujer ha puntualizado que no recuerda las caras de los agresores, solo sus voces, y que en todo momento fue con dos hombres en la cabina, también cuando la ambulancia retomó la marcha, un extremo cuestionado por ellos porque solo eran dos que estaban de servicio en esa ambulancia.

   Ha indicado que le negaron poder bajar de la ambulancia si no firmaba el alta voluntaria y le dijeron que la llevarían a casa si se portaba bien, a lo que ella al principio se negó, pero como quería salir de allí al final accedió: "Salí en estampida de la ambulancia. No miré atrás".

   Los dos acusados --el conductor y el asistente de cabina de la ambulancia-- han coincidido en relatar que recogieron a la mujer en estado inconsciente, le practicaron las primeras atenciones, recobró el conocimiento --un extremo confirmado también por dos mossos d'Esquadra-- y la central del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) decidió trasladarla al hospital porque tenía el pulso bajo.

   Durante el trayecto, según han relatado ellos, la mujer estaba "consciente y locuaz", estuvo hablando con el asistente de cabina y en un momento manifestó que se negaba a ir al hospital.

   Según ellos, ese fue el motivo de que la ambulancia estuviera 14 minutos parada en el cruce de Josep Tarradellas con Numancia, porque trataron de disuadirla y convencerla de ir al hospital aunque finalmente consultaron con la central del SEM, que autorizó dejarla ir si autorizaba el alta voluntaria.

   La mujer ha explicado que cuando llegó a casa se tomó un somnífero y se fue a dormir, y solo fue a denunciar la noche del día siguiente, alentada por su expareja y compañero de piso, y no fue hasta tres días después al Hospital Clínic para ser revisada.

   Los médicos que la examinaron han explicado que la víctima se medicaba con antidepresivos y ansiolíticos y que ello mezclado con alcohol puede producir un estado de sedación sin descartar que también pueda tener como efecto las alucinaciones o ensoñaciones.

   También han explicado que no hallaron ninguna lesión ginecológica y las agentes de la Policía Científica de los Mossos han descartado hallar restos de ADN de uno de los acusados en las prendas de ropa de la víctima.

PLENA VERACIDAD

   La Fiscalía da plena veracidad al testimonio de la víctima, única prueba de cargo en el caso, y ha atribuido algunas de las "contradicciones" de la mujer a su estado de shock.

   Ha destacado la ausencia "de ánimos espúreos" en su denuncia y ha apuntado a los 14 minutos que la ambulancia estuvo parada sin ningún motivo, pidiendo para los dos acusados siete años de cárcel por dos delitos de abuso sexual.

   En cambio, las defensas han pedido la absolución haciendo hecho hincapié en que las acusaciones no han quedado acreditadas y han puesto en duda el testimonio de la víctima, asegurando que pudo tener "ensoñaciones" y que está desequilibrada.

   Entre las contradicciones, han señalado que ella dijo estar inconsciente en la ambulancia cuando fue vista ya consciente por los Mossos antes de ser trasladada, que ha cambiado su relato respecto a la ingesta de alcohol --primero dijo que había bebido mucho y en el juicio ha negado estar ebria-- y en el hecho de la presencia de dos sanitarios en todo momento en la cabina cuando uno de ellos era el conductor.