BARCELONA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
La candidata de BComú a la Alcaldía de Barcelona, Ada Colau, ha propuesto este martes invertir en los primeros dos años de mandato 120 millones de euros en los 12 barrios más pobres, donde el gobierno del alcalde Xavier Trias "menos ha invertido".
Durante un mitin en Ciutat Meridiana con Gerardo Pisarello (su número 2) y Janet Sanz (5) y con Arcadi Oliveres (Procés Contituent), la candidata ha propuesto una inversión integral con un plan de barrios, en vez del "modelo de caridad" de Xavier Trias basado en ayudas puntuales.
Han identificado 25 barrios con necesidades y priorizan 12: Ciutat Meridiana, Verdú, Roquetes, Can Peguera, Turó de la Peira, la Guineueta (distrito de Nou Barris), Trinitat Vella, Bon Pastor (Sant Andreu), la Verneda-la Pau, Besòs-Maresme (Sant Martí), Marina-Zona Franca y la Bordeta (Sants).
Colau ve "erráticas y sectoriales" las políticas de Trias porque sólo apagan fuegos cada vez que una situación explota para acallar protestas --ha dicho--, aunque admite que el alcalde ha aumentado las ayudas, pero de forma insuficiente, y considera que hacen falta políticas integrales.
Pisarello ha recordado que el Ayuntamiento ha invertido 265 euros por habitante en el barrio de Ciutat Vella, mientras en Nou Barris ha invertido 107 --"menos de la mitad"-- y en Sant Andreu 87.
Sobre esas inversiones, Colau ha apostillado que de esos 265 euros por habitante invertidos en Ciutat Vella, "epicentro del atractivo turístico de la ciudad", han priorizado la parte del barro que ella denomina de escaparate: la que considera que se pone guapa para los extranjeros, y Colau acepta que está muy bien, pero que olvida otros espacios como el Raval y la Barceloneta.
INVERSIONES DE LOS GRUPOS
Al preguntársele por las propuestas de inversiones del resto de grupos, la candidata ha dicho que recuerdan mucho al pasado, a un modelo que ha "fracasado" y que genera grandes desequilibrios en la ciudad.
Ha recordado que cubrir las Rondas significa 400 millones de euros, cantidad que cree que se puede dispersar en inversiones que lleguen a la ciudadanía, en sectores estratégicos, atajando déficit urbanos y energéticos que, además, generarán empleos de calidad y combatirán la pobreza energética.
"No creemos que sea el momento de las grandes inversiones, cuyas estructuras, en ocasiones, han roto la ciudad", según ella, y ha apostado por distribuir el presupuesto en pequeñas obras, levantando equipamientos necesarios --como escuelas-- y reforzando los horarios de los que ya existen, llevando internet a todos los barrios, haciendo actuaciones en edificios, acometiendo rehabilitaciones tanto urbanas como energéticas en viviendas y poniendo ascensores, y realizando un censo serio y transparente de pisos vacíos.
Sobre la ampliación del carril de entrada a la ciudad por el Morrot, está en contra porque lo que hay que hacer es convencer al Estado de que invierta en Cercanías para evitar que acudan tantos vehículos del Área Metropolitana: "Se trata de que en la ciudad haya menos coches".
Oliveres ha añadido que a los ayuntamientos les faltan competencias y recursos de los PGE, y ha recordado que la Administración central se dota a sí misma del 51% de ellos, otorga un 35% a las autonomías, y el resto corresponde a los municipios, situación que ha contrastado con Suecia, donde los municipios administran el 55% de los presupuestos.