Los agricultores denuncian el robo del 30% de la producción de algarrobas en las Terres de l'Ebre (Tarragona)

TORTOSA (TARRAGONA), 29 (EUROPA PRESS)

El sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) y la cooperativa de Soldebre, en Tortosa (Tarragona), denunciaron hoy en rueda de prensa el robo continuo de la producción de algarrobas. Según explicaron, la sustracción llega al 30% de la producción, estimada en 13 millones de kilos, lo que supone pérdidas económicas superiores al millón de euros.

Según el coordinador territorial en las Terres de l'Ebre de UP, Joan Montesó, los robos se producen en las zonas rurales de las comarcas del Baix Ebre y el Montsià. Ante esto, los denunciantes quieren "que se desarrollen las herramientas jurídicas que permitan el control de la algarroba --desde la producción, hasta la comercialización-- para facilitar que la administración pueda perseguir esta clase de delitos".

Así, ambas entidades reclaman que el Ministerio de Agricultura desarrolle, con un decreto y para el sector de la algarroba, el reglamento comunitario 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen los principios y requisitos generales de legislación alimentaria "y que permitiría identificar la producción de algarroba y su origen en cada punto de la cadena de producción, mediante un sistema de trazabilidad".

De esta manera, se cree que se facilitaría la tarea de la administración en la persecución e identificación de la algarroba que ha sido robada.

Según los agricultores, esta nueva oleada de robos de algarrobas supone "importantes pérdidas económicas" y está provocando una "inseguridad que se está haciendo insostenible". También se pide un aumento de la vigilancia, así como de las medidas de seguridad para evitar estos robos en el campo.

Las entidades insisten en la necesidad de que las administraciones "pongan todos los medios necesarios para poner fin a estos delitos, y emprendan las acciones oportunas contra sus autores".

Según denuncian, no sólo se les roba el producto, sino que en muchas ocasiones son víctimas de intimidaciones personales y de daños considerables a las masías.