Las soluciones: diversificar modos de transporte sin ampliar las carreteras
BARCELONA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los atascos en los accesos a Barcelona en los días laborables se han disparado un 75% entre 2013 y 2015 gracias al inicio de la recuperación de la actividad económica y al repunte de la movilidad en las carreteras, que ha supuesto un aumento del 3,3% en estos dos años.
Según los datos facilitados a Europa Press por el Servei Català de Trànsit (SCT), la movilidad de enero a septiembre en día laborable ha pasado de los 848.524 vehículos --de entrada y salida de la capital catalana-- en 2013, cuando tocó fondo, a los 876.732 este 2015.
Pese a la recuperación de la movilidad, todavía no se han superado las cifras de 2010, cuando se situaba en los 910.591 vehículos diarios entrando y saliendo de la ciudad en días laborables.
Este importante repunte de las retenciones va muy relacionado con un inicio de una recuperación económica y con el aumento de la movilidad, y se debe canalizar por el total de 58 carriles que suman las carreteras catalanas de acceso a la capital: las C-31 sur y norte, la C-32, la B-23, la A-2, la C-16, la C-58, la C-33, la C-17 y la B-20.
Por franjas horarias, el pico se produce cada día entre las 7.00 y las 9.00 horas, cuando entran en Barcelona unos 80.000 vehículos, y en menor medida, entre las 17.00 y las 19.00 horas, con 64.000 de salida, y la vía donde hay más complicaciones es la carretera C-58.
El subdirector del Servei Català de Trànsit (SCT), Xavier Almirall, ha resumido que el incremento del número de vehículos que acceden a la ciudad de Barcelona "ha sido de un 3,3% pero esto ha supuesto un 75% de incremento de las afectaciones por exceso de movilidad y incidentes".
Para este experto en tráfico, la principal solución es encontrar modos de transporte que permitan que el acceso a la ciudad se pueda hacer "sin concentración en el transporte de vehículo privado, que tiene la capacidad que tiene y que si crece, como está pasando, genera el perjuicio de la congestión".
TREN Y BUS
Así, según Almirall, la alternativa principal sería la ferroviaria, combinada con aparcamientos cerca de estaciones de tren --los conocidos 'park & ride'--, que permite combinar el vehículo privado y el ferrocarril, y otra sería el autobús, combinado con carriles bus como el que se proyecta en la Diagonal y el bus-VAO de la C-58 que puedan hacerlo más atractivo.
Para el subdirector del SCT, los atascos son "un problema general que pasa en todas las grandes ciudades y la solución no está en crear un incremento de oferta de carriles de tráfico, que no acabarían nunca de crecer y no resolverían el problema a medio plazo".
Respecto al estudio que sitúa a Barcelona por encima de Madrid en retenciones, Almirall puntualiza que las comparaciones se deben hacer en el conjunto de la movilidad privada y pública, contabilizando toda la oferta que tienen los ciudadanos de entrada y salida de la ciudad.
"Se tendría que ver si la comparación se hace de manera equitativa. No se pueden comparar ambas ciudades porque cada una tiene su propia red ferroviaria y de transporte público", ha puntualizado.