El Ayuntamiento de Barcelona reconoce que en junio hubo un "excesivo" número de llamadas desatendidas por Guardia Urbana

Europa Press Cataluña
Actualizado: jueves, 28 septiembre 2006 17:30

BARCELONA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

El concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Julián, reconoció hoy que el pasado mes de junio hubo un "excesivo" número de llamadas telefónicas que llegaron a la sala de mando conjunta con los Mossos y no fueron atendidas por la Guardia Urbana.

En la Comisión de Seguridad y Movilidad, Julián contestó así a un ruego del grupo municipal de CiU que pedía datos sobre las llamadas recibidas en el servicio de mando conjunto que no fueron atenidas a lo largo de este año.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el 7,2% de las llamadas recibidas en junio fueron desatendidas, ya que de las 31.449 llamadas que llegaron a la sala de mando conjunto, un total de 2.287, la mayoría relacionadas con molestias por ruido, no se atendieron.

Sin embargo, Julián aseguró que "cuando se detectaron" estos datos, "se decidió realizar una reorganización" para que "a la hora de discriminar las llamadas urgentes y las no urgentes, éstas últimas no quedaran archivadas".

De esta manera, se consensuó que "al día siguiente se comunicarían estas llamadas no urgentes a la unidad territorial para que las pudiera atender, poniéndose en contacto telefónico con el supuesto afectado", señaló el edil socialista.

Así, de las 31.140 llamadas recibidas por la sala de mando de la Guardia Urbana en julio, un total de 1.629 fueron desatendidas, cifra inferior a la del anterior mes, según Julián, quien aseguró que "la situación ha ido mejorando y el objetivo es llegar a cero llamadas no atendidas".

El pasado mes de agosto, de las 23.558 llamadas recibidas por la sala de mandos conjunta, sólo 223 no fueron atendidas. Las cifras muestran que el porcentaje de llamadas desatendidas se redujo en un 28,77% de junio a julio y en un 86,31% de julio a agosto.

El concejal de CiU Joaquim Forn criticó el hecho de que las llamadas no urgentes que llegan a la sala de mando conjunta "se deriven a los agentes que deben estar en la calle" y que "ahora se verán obligados a hacer gestiones".

Forn apoyó el hecho de que "se decida atender a estas personas que realizan llamadas no urgentes", pero "no a costa de distraer a los agentes policiales que deben patrullar".

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