CANET DE MAR (BARCELONA), 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El gobierno municipal de Canet de Mar (Barcelona) se ha visto obligado a parar temporalmente el proceso para modificar la normativa urbanística en la zona de la avenida Santísima Trinitat, donde pretendía autorizar la construcción de un edificio de 5 plantas -en lugar de las 3 autorizadas actualmente- a cambio de ensanchar la avenida y construir un parking subterráneo.
La presión de los vecinos, que recogen firmas en contra del plan, ha precipitado el bloqueo de la modificación. El edificio tenía que ir ubicado donde ahora hay el cinema Miramar y un antiguo teatro, a primera línea de la carretera N-II. La reforma se enmarca en el plan del Ayuntamiento para dignificar el frente marítimo de Canet, redactado en 2001 por el arquitecto Alfred Fernández.
El Ayuntamiento de Canet de Mar aprobó inicialmente en el Pleno del mes de marzo una modificación de las Normas Subsidiarias de planificación urbanística del tramo final de la calle Santíssima Trinitat.
La reforma comportaba ampliar el permiso de construcción de 3 a 5 pisos a cambio de la ampliación de la anchura de la calle y la construcción de un aparcamiento subterráneo de uso público, que iría a cargo de la constructora que se interesase por desarrollar la zona.
Los vecinos de la zona -de la riera de la Torre, calles Bonaire y Balmes, además de la misma calle Santísima Trinitat-, no están de acuerdo con la reforma, porqué entienden que el acuerdo lo ha tomado el Ayuntamiento con una empresa constructora sin tener en cuenta su opinión.
El alcalde de Canet, el socialista Joaquim Mas, negó hoy ningún acuerdo previo con una constructora, y afirmó que el consistorio "no se puede permitir construir un aparcamiento de uso publico y ampliar la avenida, de manera que sólo con la modificación que proponemos esto puede ser una realidad".
PERDIDAS DE UN MILLÓN DE EUROS.
Los vecinos afirman en un documento, que han entregado al Ayuntamiento, que "estamos totalmente en contra de la modificación, porqué dejará el barrio tapado por en nuevo edificio", y añaden que "no se puede considerar en ningún caso una modificación para embellecer, ya que tapará la panorámica del resto de inmuebles de la zona".
Por esto los vecinos, con el respaldo de la oposición municipal recogen firmas para pedir al gobierno "que anule la modificación de la altura reguladora máxima, dejándola tal i como ya constaba en el artículo 30 de las Normas Subsidiarias municipales" -planta baja más 3 pisos-.
Además de las alegaciones que han presentado, los vecinos han aportado un estudio económico que, según ellos, demuestra que la operación urbanística es inviable, a no ser que se permita construir aún más altura.
En el estudio, elaborado por la empresa BGM Arquitectura, se afirma que la operación urbanística comportaría perdidas a la promotora que lo desarrolle de más de 1 millón de euros.
El proyecto comportaría el derribo de cuatro casas. Según ha podido saber Europa Press, una empresa madrileña, de la cual no ha trascendido el nombre, ha sondeado los vecinos que habitan las casas, y les ofrecería un piso a cambio de sus viviendas.
El proyecto está paralizado hasta la resolución de las alegaciones y quejas de los vecinos, si bien el gobierno municipal tiene intención de desbloquearlo en septiembre.
