BARCELONA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Barcelona ha acordado este martes por unanimidad condenar los incidentes del pasado domingo por el lazo amarillo por los soberanistas presos que cuelga del balcón del consistorio, y llamar a la calma y a la responsabilidad.
Lo han explicado representantes de todos los grupos en declaraciones a los medios por separado tras la junta, que se ha alargado cerca de una hora y ha acordado también por unanimidad investigar los hechos, como anunció este lunes el Gobierno de Ada Colau.
Han abordado el asunto después de que manifestantes de una marcha convocada el domingo por Somatemps y la Coordinadora por Tabarnia, entre otras entidades, protestaran y generaran momentos de tensión en la plaza Sant Jaume por el lazo amarillo del balcón del Ayuntamiento, que han pedido retirar Cs, PSC y PP.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha celebrado el acuerdo unánime pese a las diversas sensibilidades de los grupos y al "clima de tensión" y, preguntado por la investigación, ha resaltado que la Guardia Urbana tiene abierto un expediente para analizar los hechos, y ha pedido dejar que el cuerpo policial haga su trabajo.
Ha señalado que la pancarta con el lazo lleva meses en el balcón y que es la primera vez que genera reacciones violentas, y ha dicho que lo preocupante es que puedan producirse en la ciudad manifestaciones de extrema derecha en las que pueda haber violencia, por lo que ha reafirmado el compromiso del Gobierno de Colau para impedir expresiones similares.
El republicano Jordi Coronas ha señalado que en la junta --promovida por ERC con apoyo del PDeCAT-- se ha debatido la presencia del lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento sin acuerdo unitario, pero su colocación ya se acordó por mayoría hace meses, ha recordado.
Jaume Ciurana (PDeCAT) ha defendido la presencia del lazo en una situación de "anormalidad, con presos políticos y personas en el exilio por defender unas ideas" que deben reflejar las instituciones, y ha lamentado no disponer todavía del informe definitivo sobre los incidentes del domingo.
Maria Rovira (CUP) ha exigido al Gobierno municipal hacer todo lo posible para evitar manifestaciones fascistas, neonazis y de extrema derecha --algo que ha pedido abordar en una comisión extraordinaria, aunque ya se aprobó una propuesta en este sentido--, y ha sostenido que querer retirar "simbología que representa derechos y libertades del espacio público es directamente fascismo".
CONTRARIOS AL LAZO AMARILLO
La líder municipal de Cs, Carina Mejías, ha defendido que su partido siempre ha condenado la violencia "venga de donde venga", y ha pedido retirar el lazo amarillo, porque es un símbolo partidista y porque las instituciones deben garantizar su neutralidad para contribuir a la calma, sin elementos que puedan incomodar a ciudadanos, según ella.
La socialista Carmen Andrés ha pedido que, para contribuir a la calma, Colau sea "la alcaldesa de todos y preserve y blinde los espacios instituciones de partidismos", y ha pedido a las fuerzas políticas actuar con responsabilidad institucional y trabajar por la convivencia, eliminando los elementos de conflicto entre la ciudadanía.
Javier Mulleras (PP) ha destacado que desde su partido condenan todos los incidentes y la violencia, y ha exigido que "la convivencia reine sobre el conflicto", por lo que ha insistido en pedir retirar el lazo amarillo, ya que lo ve un símbolo político que genera división y que no ayuda a la convivencia.