BARCELONA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comisión de Presidencia, Derechos de la Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención de Barcelona ha aprobado este miércoles inicialmente una modificación del artículo 75 del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) para que los plenos puedan celebrarse fuera del edificio consistorial por interés general y para modificar la simbología del salón de plenos.
La propuesta, que se ha aprobado con los votos a favor del Gobierno municipal de BComú, de ERC y de la CUP, la abstención de CiU y PSC y los votos en contra de C's y PP, se someterá a información pública durante 30 días y deberá aprobarse definitivamente en el pleno municipal.
La propuesta de modificación establece que los elementos simbólicos e institucionales permanentes del salón de la Reina Regent --donde se celebran los plenos-- deben responder a la singularidad histórica de Barcelona y a los principios democráticos, de neutralidad religiosa y de catalanidad, que se deberán aprobar por mayoría absoluta en el pleno.
El Gobierno de Ada Colau apostó en septiembre por modificar el ROM para que el pleno sea quien decida la simbología del salón, después de que retirara en julio el busto dedicado a Juan Carlos I alegando que ya no era el jefe de Estado y que la simbología monárquica estaba sobrerepresentada en el consistorio, pese a que la normativa estatal obliga a tener una efigie del monarca en la sala de sesiones.
El texto también propone que los plenos deban celebrarse en el salón de sesiones del edificio consistorial excepto en los casos en los que la alcaldesa decida habilitar por causas de fuerza mayor o de interés general otro equipamiento municipal, algo que deberá notificar a todos los concejales.
"HIGIENE POLÍTICA"
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha resaltado que se abrirá un debate sobre la simbología que responde a una "cuestión de higiene política", y ha defendido que la simbología del salón de plenos no debería incomodar a los concejales, y se ha abierto a seguir discutiendo la propuesta de modificación.
Trini Capdevila (ERC) ha votado a favor pero ha criticado que el Gobierno de Colau no ha sido "demasiado hábil a la hora de negociar" y ha pedido que la decisión de celebrar plenos fuera no sólo dependa de la alcaldesa, sino de la junta de portavoces, mientras que Josep Garganté (CUP) también ha apoyado la propuesta destacando que los símbolos populares nacen de la calle y los símbolos del poder parten de las leyes.
El portavoz municipal de CiU, Joaquim Forn, ha expresado la abstención de su grupo y ha señalado que podrían compartir la necesidad de modificar parte de este artículo de la normativa, mientras que Carmen Andrés (PSC) también se ha abstenido porque rechaza que los plenos puedan celebrarse fuera del consistorio por razones "motivadas exclusivamente" por la alcaldesa.
ADECUARSE A LA LEY
El portavoz de C's, Paco Sierra, ha votado en contra tras criticar que el pleno representa a todos los ciudadanos y no se puede modificar "a conveniencia de un grupo" político, y la concejal popular Àngels Esteller ha insistido en que el salón debe contar con una efigie del rey Felipe VI, como marca el reglamento estatal de organización de las entidades locales.
Pisarello ha defendido que el reglamento estatal tiene la misma jerarquía normativa que el ROM, que considera que debe ser de aplicación preferente, razón por la que han planteado reformar la normativa a través de esta vía.
