Barcelona se gasta 2,2 millones anuales en limpiar orines

Un Equipo De Limpieza Actuando En Una Calle De Barcelona
EUROPA PRESS
Europa Press Catalunya
Actualizado: martes, 3 enero 2012 13:59

BARCELONA 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Barcelona invierte cada año 2.192.000 euros en limpiar diariamente sus calles y evitar los malos olores producidos por acciones incívicas como orinar en la vía pública.

Según ha informado este martes en rueda de prensa el concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers, el consistorio destina esta partida a un dispositivo conjunto de los servicios de limpieza y la Guardia Urbana para prevenir y corregir las conductas incívicas y mantener limpio de malos olores el espacio público.

Así, se asigna un equipo específico de entre 16 y 22 operarios y 8 y 11 vehículos --en función del período del año-- para limpiar de orines la calle, que actúan a diario en el núcleo antiguo de Ciutat Vella y en la zona de ocio de los distritos del Eixample y Sant Martí.

Los trabajos se intensifican durante el horario de mañana, mientras que por la tarde se refuerzan en los puntos donde se requiere más trabajo, y comprenden el riego con agua a presión y la aplicación de líquido odorizante para acabar con los malos olores, del que se consumen 12.000 litros anuales.

Puigdollers ha considerado injusto tener que invertir este dinero por limpiar "lo que unos cuantos incívicos ensucian", y ha lamentado no poderlo destinar a otras partidas, como la promoción de empleo en la ciudad.

Para minimizar estas prácticas, desde julio hasta principios de diciembre de 2011 la Guardia Urbana impuso 4.061 denuncias por orinar en la vía pública --ninguna de ellas por defecar--, un 12,9% más respecto el mismo período del año anterior.

SANCIONES DE HASTA 240 EUROS

Según Puigdollers, dichas multas --120 euros por escupir, 180 por orinar y 240 por defecar, según la ordenanza de civismo de 2005-- se cobran inmediatamente porque "el sancionado no quiere que su entorno se entere de lo que ha hecho".

Para evitar que la gente haga sus necesidades fisiológicas en la calle, ha hecho un llamamiento a los locales de concurrencia pública para que faciliten el uso de sus servicios a clientes y también no clientes, y no ha descartado instalar lavabos públicos: "Se tendrán que estudiar los aspectos económicos, higiénicos y logísticos".

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