BARCELONA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Catalunya recibió el año pasado 515 millones de euros procedentes de catalanes que residen en el extranjero, mientras que las remesas enviadas por inmigrantes residentes en Catalunya a sus países de origen ascendieron a 1.498 millones, según datos del Banco de España hechos públicos por la Federación Internacional de Entidades Catalanas.
De estas cifras se extrae que Catalunya registró en 2010 un saldo negativo de remesas de 983 millones de euros.
En el conjunto de España, las remesas de los ciudadanos que viven en el exterior ascendieron a 5.372 millones de euros, mientras que los extranjeros que residen en España transfirieron a sus países un total de 7.186 millones.
Los catalanes residentes en el exterior representan el 9,5% del total de españoles, mientras que los inmigrantes residentes en Catalunya significan el 20,9% del total de población extranjera de España.
Actualmente, unos dos millones de españoles residen en el extranjero, de los que 1.312 millones están inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (Cera), según el INE, y de los que unos 300.000 --125.808 inscritos-- son catalanes.
Según datos del INE de enero, la población extranjera residente en España es de 5.747 millones de personas, de las que 1.198 millones están empadronadas en Catalunya.
España es un país emisor de remesas de primera importancia, el quinto del mundo según el Banco Mundial, por detrás de Estados Unidos, Arabia Saudita, Suiza y Alemania, y América Latina es la primera región receptora, con Colombia, Ecuador y Bolivia como principales destinos.
Los catalanes que viven en el extranjero no han dejado desde 2002 de incrementar anualmente su contribución en la economía catalana --con excepción de una caída en 2009--, que ha pasado de los 387 millones de euros de 2002 hasta los 515 millones de 2010, lo que supone un incremento del 33%.
En Catalunya, la diferencia entre entradas de los catalanes residentes en el exterior y salidas por remesas de emigrantes en la balanza de pagos se situaba en 153 millones de euros en 2002, y llegó a la cifra récord de 1.320 en 2007, para moderarse a partir de 2008, hasta los 983 millones del año pasado, como consecuencia de la crisis.