BARCELONA 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los 16 chiringuitos de las playas de Barcelona tendrán este verano un limitador para controlar el nivel de sonido de los aparatos de música que utilizan por la noche para captar clientes, según anunció hoy la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol, en la presentación de la campaña de reducción del ruido de ocio nocturno.
Esta es una de las novedades de la campaña, que este año se inicia a partir de hoy y que se podría alargar hasta la Fiesta de la Mercè, en septiembre, si las altas temperaturas continúan esta época del año, lo que invita a salir a la calle y ocupar las terrazas de los bares que hay en la capital catalana.
Los aparatos de música de los chiringuitos de la playa "llevarán un sistema de inspección automático que permite enviar on-line, a través de Internet, todas las medidas del emisor de ruido", explicó Mayol, quien destacó que los técnicos municipales "podrán controlar a través de la red el nivel de ruido de estos kioscos".
De momento, se trata de una prueba piloto, que se iniciará la próxima semana, pero la experiencia "se podría extrapolar más adelante a todos los locales que puedan emitir música y la información se podría ofrecer en la web municipal", aseguró.
En las playas de Barcelona funcionarán este verano un total de 16 chiringuitos, seis de los cuales han sido nuevas concesiones. En la zona de la Barceloneta, el horario de cierre es hasta medianoche, mientras que en la Nova Mar Bella, el límite es hasta la una de la madrugada, horario que "no nos planteamos ampliar", apuntó Mayol.
La campaña, que este año como novedad se inicia en junio, a diferencia de otras ediciones, que se hacía un mes más tarde, contempla accione de mediación y control en 300 terrazas --50 en Ciutat Vella--, 335 locales de ocio --85 de Ciutat Vella-- y un total de 46 zonas de concentración nocturna, la mayoría plazas.
PLAN DE RUIDO CON ESPECIAL INCIDENCIA EN CIUTAT VELLA.
Mayol señaló que, en esta edición, "se intensificará especialmente el control de los locales de ocio para evitar especialmente los problemas que se puedan originar a la salida" y también "las zonas en las que se acumula gente, cuando cierran bares y discotecas". El plan tendrá una especial incidencia en Ciutat Vella.
Para sensibilizar a los propietarios y clientes de los locales sobre la necesidad de respetar el descanso de los vecinos, Barcelona contará este año con 38 promotores ambientales --17 en Ciutat Vella, siete en Gràcia y los otros 15 en el resto de la ciudad--, lo que representa un aumento del 137% respecto al pasado año.
Estos trabajadores se encargarán de visitar los locales con terraza y los bares nocturnos, sensibilizar a sus dueños y usuarios, así como controlar el grado de cumplimiento de estos establecimientos respecto a la normativa del ruido.
Esta previsto que estos empleados realicen 840 visitas a terrazas y 579 a locales de ocio nocturno para detectar posibles anomalías. El número de visitas, al igual que el total de establecimientos que se controlarán, se ha incrementado este año, en el primer caso un 200%.
LOS MIMOS REPARTIRÁN PIRULETAS EN LA CALLE.
En algunas zonas de alta concentración, especialmente en las entradas y salidas de locales muy frecuentados, también habrá un total de diez mimos, que se encargarán de sensibilizar a los que hayan salido de marcha para no generar ruido.
Estos actores aprovecharán la ocasión para repartir piruetas de menta --se distribuirán más de 13.000-- a las personas que estén en la calle. "Para que chupen y callen", ironizó Mayol, quien aseguró que se trata de la primera vez que se distribuirán caramelos.
Las principales zonas de actuación de la campaña serán el entorno de plaza Reial, de La Paloma y de la calle Escudellers, Rambla Catalunya y avenida Gaudí, Paral·lel, paseo de Sant Antoni, plaza de la Concordia y la zona de Diagonal-Calvet y Aribau.
También habrá control y medidas de sensibilización en las plazas de Gràcia, en la plaza Eivissa y Bacardí, en la plaza Virrei Amat, paseo Fabra i Puig, Heron City, avenida Meridiana, plaza Mossèn Clapés, rambla de Poblenou y barrio del Clot.
Las previsiones son que un total de 30.000 personas del entorno de las zonas de ocio reciban estas acciones de sensibilización y 20.000 en el caso de clientes de locales nocturnos y terrazas de la capital catalana.
145 LICENCIAS DE TERRAZAS SIN RENOVAR.
Este año se han dado 2.596 licencias para terrazas, lo que supone la instalación de 14.300 mesas y 57.200 sillas en la vía pública de Barcelona, ciudad que cuenta con un total de 426 locales de ocio nocturno, según datos facilitados por el gobierno municipal.
El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido este año no renovar la licencia a 145 terrazas, frente a las 291 del pasado año. "No en todos los casos ha sido por exceso de ruido, sino por exceso de ocupación o por otro tipo de criterios", según Mayol.