BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, advirtió hoy de que el sistema de votación de la consulta sobre la reforma de la avenida Diagonal "no es plenamente seguro", ya que "no está garantizado que no se pueda suplantar la personalidad de las personas que votan", afirmó tras una reunión con representantes de organizar la consulta.
En el encuentro participaron Forn y el concejal Antoni Vives en representación de CiU; el cuarto teniente de alcalde de Urbanismo y Régimen Interior, Ramon García Bragado (PSC); la gerente de e-administración, Pilar Conesa; el presidente de la Mesa de Seguimiento y Garantías, Alejandro Goñi; la decana de la Facultad de Informática de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) -encargada de auditar el proceso--, Maria Ribera, y un catedrático de informática de la UPC.
Según Forn, alguien puede votar por otra persona por Internet pidiendo vía teléfono móvil una clave conociendo el nombre y el DNI. Agregó que se permitirán otros documentos para acreditarse en los puntos presenciales más allá del DNI o Pasaporte, como el carné que acredita a un bombero como funcionario, y se preguntó qué pasa si un inmigrante muestra un carné escrito en árabe.
CIU QUIERE APORTAR INTERVENTORES
"No podemos encontrarnos con que hay reclamaciones de gente que, en un momento dado, puede haber ido a votar y resulta que alguien ya ha votado por él, o que esto sea un coladero de gente que con cualquier tipo de documento puede acceder a la votación", advirtió.
Ante la imposibilidad de saber en todo momento qué ocurre en cada punto de votación, la federación reclamó saber cada hora los datos de participación por "si se ha producido una posible entrada fraudulenta de votos", y ha pedido formalmente tener interventores en los puntos de la consulta para constatar su desarrollo.
4 MILLONES DE COSTE
Criticó que, a pocos días de la consulta, que empieza el lunes, Bragado no les quisiera ofrecer el coste del proceso. El último dato que expresó el Ayuntamiento fue el de 2 millones de euros, y Forn vaticinó que superará los 4 para una consulta que, según él, el bipartito plantea como un plebiscito sobre el alcalde, el socialista Jordi Hereu: "Como es un plebiscito sobre la figura del alcalde, ha habido barra libre sobre el gasto".
Además, lamentó que "no hay libertad de voto", ya que advirtió de que el Gobierno municipal esconde la opción C --de descarte de las dos de transformación: A, paseo; B, rambla--. Lo ejemplificó con los audiovisuales que se pasarán en los puntos presenciales de votación con pantallas de plasma y que "reproducirán A y B".
Consideró "pescadores de votos" a los 114 informadores que se moverán por los puntos presenciales, y subrayó que acompañarán a los ancianos si lo desean hasta el punto de votación. "No son maneras de tratar a la gente", defendió, e ironizó: "Sólo falta que repartan bocadillos entre los votantes".
Las peticiones de CiU se tratarán mañana por la tarde en la reunión de la Mesa de Seguimiento y Garantías sobre la consulta. "Lo importante no es que Barcelona pase como la primera ciudad del mundo que celebra una consulta. Sobre todo, lo que es importante es organizarla bien, dando plena seguridad, y con la reunión técnica hemos puesto sobre la mesa más de un punto oscuro", concluyó.
