Colau pide un nuevo pacto "entre Catalunya y España que algún día se tiene que poder votar"

BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

La dirigente de los comuns y alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha presentado este jueves una propuesta para el desbloqueo en dos tiempos: un primero a partir de las elecciones generales que suponga crear una mesa de diálogo para hablar de la libertad de los impulsores del 1-O y de reforzar el autogobierno, y un segundo en el que se trabaje "en un nuevo pacto entre Catalunya y España que algún día se tiene que poder votar".

"Tenemos que abandonar las trincheras y ponernos de acuerdo en unos mínimos para esta nueva etapa", ha defendido Colau, que ha avanzado este plan en rueda de prensa junto al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y al candidato de ECP por Barcelona a las elecciones generales del 10 de noviembre, Jaume Asens.

Asens ha explicado que el primer momento del "gran pacto de país" que proponen debe llegar precedido de ciertas cesiones, renuncias y flexibilidades por todas las partes, sin renunciar a los objetivos políticos, pero sí a lo suficiente como para permitir crear un espacio de diálogo, ha dicho.

Ha concretado que ese primer momento tiene tres objetivos: blindar y reforzar el autogobierno de Catalunya "ahora mismo amenazado"; conseguir la libertad de los dirigentes encarcelados por el 1-O y poner las bases de una mesa de diálogo que permita la segunda fase --la de redactar una propuesta y llevarla a votación--.

Para los comuns, en esa primera fase se deberían asegurar competencias como el modelo de la escuela catalana y los Mossos d'Esquadra, pero también dar cumplimiento a la disposición adicional tercera del Estatut, al resto de compromisos del Estado con Catalunya y abordar un nuevo modelo fiscal.

En el segundo objetivo --de libertad de los impulsores del 1-O--, plantean distintas fórmulas, pero apuestan por dos que a su juicio son las más rápidas y eficaces: "El indulto, que es una prerrogativa del ordenamiento español, que el próximo Consejo de Ministros podría aprobarlo y que se ha utilizado de forma recurrente", y la reforma del Código Penal, concretamente del delito de sedición.

El tercer objetivo de su propuesta en esta primera fase es el de la mesa de dialogo, que piden sin líneas rojas y para escucharse entre todos, con el objetivo prioritario de asumir el acuerdo resultante, que "comprometa a todos y que se pueda llevar a cabo".

SIN EXCLUSIÓN DE PROPUESTAS

Iglesias ha defendido que esta propuesta encarna responsabilidad de Estado, y ha defendido que para buscar un acuerdo político nadie puede partir de líneas rojas: "Por eso estamos dispuestos a escuchar otras propuestas", porque una solución requiere que todos los actores estén dispuestos a ceder.

Así, plantean que se cree esta mesa, sin exclusión de temas y en la que se reconozca que todas las propuestas son legítimas: "Estamos dispuestos a ceder en algunas cosas que nos permitan avanzar" y hallar un punto de acuerdo, ha garantizado.

Iglesias ha sostenido que el Gobierno que surja del 10N deberá afrontar la llegada de una desaceleración económica y la plurinacionalidad, algo que se podrá abordar desde un ejecutivo que "tienda a la derecha" --también si el PSOE gobierna con apoyo del PP, según él--- o a la izquierda.

PROPUESTA DE ARAGONÈS

Sobre la mesa de diálogo propuesta por el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, en los Desayunos Informativos de Europa Press, Asens ha dicho que, a falta de conocerla en profundidad, ve positiva la propuesta, y ha sostenido que los comuns, ERC y el PSC se podrían sentir cómodos en una vía en esta línea: "Están diciendo cosas muy parecidas".

Preguntados por si creen que se debería votar en un referéndum con respuesta binaria, ha subrayado que esta cuestión está abierta y que no se puede descartar ninguna opción, sino apostar por la que reúna más consenso, y ha añadido: "No creemos que tengamos que mitificar una sobre otra".

ESCENIFICACIÓN DEL "DESENCUENTRO"

Colau ha remarcado que las soluciones requieren diálogo, pero ha criticado que la mayoría de ciudadanos están percibiendo que "se está hablando de un diálogo de sordos" porque no es fructífero ni se lleva a cabo, por lo que ha apostado por dar contenido a esta palabra para hacerla creíble.

Considera que lo primero que hay que hacer es que las instituciones trabajen con discreción, serenidad y rigor para buscar un encuentro y dejen de hacerlo en discursos, redes sociales y cartas y llamadas sin responder: "Dejen de escenificar permanentemente el desacuerdo", ha aseverado.