El 69,1% de los comerciantes asegura seguir la normativa catalana de horarios comerciales
BARCELONA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Los comercios de Barcelona no acaban de notar que la recuperación económica se haya trasladado a los bolsillos de los consumidores y han bajado la facturación un 2% en el primer trimestre de este 2015 en comparación con el mismo periodo del año pasado, a la vez que los tiques de caja han experimentado un descenso del 1,6%.
Son datos del Indicador de Comercio de Barcelona (IcoB), elaborado con una muestra de 542 comercios de 19 ejes comerciales y presentado este miércoles en rueda de prensa por el presidente de la Fundació Barcelona Comerç, Vicenç Gasca, el Catedrático de Marketing de Esade y director del estudio, Josep Francesc Valls, y el concejal de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona, Raimon Blasi.
"Los resultados no han sido todo lo buenos que nos esperábamos, y los datos demuestran que el consumo aún no tira", ha reconocido Gasca, que ha atribuido la caída de las ventas, en parte, al retorno de potenciales consumidores a sus países de origen, y ha añadido que la situación es mejor que la del último trimestre de 2014, cuando la cifra de negocios cayó un 3,8%.
"Es evidente que hemos salido de la recesión, pero esto no quiere decir que hayamos salido de la crisis", ha constatado Blasi, que ha admitido la discrepancia de estos datos a pie de calle con las cifras macroeconómicas.
Sin embargo, hay sectores que muestran un comportamiento más positivo, ha destacado Valls, como el de la alimentación, que ha sido el primero en salir de la crisis, con un crecimiento del 1%, y en el extremo opuesto se encuentra el equipamiento para el hogar, que ha registrado un descenso del 2,6%.
El inicio de la crisis supuso un cambio en los hábitos de consumo, y nació un consumidor mucho más precavido, reflexivo, que compara precios, reduce sus compras y cubre esencialmente las necesidades básicas, un perfil que todavía hoy sigue vigente.
REBAJAS TRADICIONALES DESVIRTUADAS
Y es que según revela el estudio, la tendencia es que los clientes siguen buscando ofertas y descuentos durante todo el año, lo que ha pasado factura a los periodos tradicionales de rebajas: la campaña de rebajas de invierno se cerró un 2,94% por debajo de la de 2014.
Para adaptarse a esta situación, un 38,7% de los comerciantes declara realizar ofertas, descuentos y otras promociones de forma permanente en su establecimiento para captar al consumidor, con lo que ha aumentado la presión de la competencia en cuanto al precio.
En cuanto a la procedencia de los clientes, el 54,3% son del barrio, el 18,8% de la ciudad, el 9,2% del Área Metropolitana y el 17,7% son turistas, y precisamente la afluencia de turistas es la que ha reabierto el debate de los horarios comerciales.
LA "LÍNEA ROJA" DE LOS HORARIOS COMERCIALES
Al igual que el año pasado, los comercios de Barcelona se adaptarán en la temporada estival con diferentes horarios de apertura para atender la demanda de turistas: "Una cosa es cambiar los horarios turísticos en verano y otra cambiar los horarios comerciales en la ciudad. Es la línea roja que no queremos pasar", ha dicho Gasca.
En este sentido, un 69,1% de los comerciantes ha asegurado seguir la normativa catalana de horarios comerciales, pese a estar suspendida por el TC tras un recurso del Gobierno, que promueve la liberalización de horarios, mientras que un 30,2% no la ha seguido.
Preguntado sobre el informe que la Autoridad Catalana de la Competencia (Acco) hizo público este martes y en el que también se posiciona a favor de la liberalización, Gasca ha defendido la necesidad de establecer unas "reglas del juego" para garantizar el equilibrio entre los diferentes formatos comerciales.
De cara al conjunto de este 2015, los comerciantes se muestran optimistas, y un 45,9% prevé que las ventas aumentarán, un 46,5% creen que se mantendrán y un 4,6% cree que disminuirán, mientras que un 2% cree que crecerán mucho y un 0,9% que bajarán contundentemente: "Creemos que se puede cerrar el año en positivo", ha dicho Valls.
El contenido de esta noticia está elaborado en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona
