El concejal de Gràcia acusa a CiU y PP de "incendiar" la Fiesta Mayor y de utilizarla como "arma política"

CiU pide cambiar la ubicación de la fiesta alternativa y el PP dice que no tiene nada que ver con la tradición

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 13 julio 2006 16:39

BARCELONA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El concejal del distrito de Gràcia, Ricard Martínez (ERC), acusó hoy a los grupos municipales del CiU y PP en el Ayuntamiento de Barcelona de "incendiar" la Fiesta Mayor del barrio y de utilizarla como "arma política", tras la insistencia de la oposición al reclamar que no vuelvan a producirse los incidentes del año pasado.

En la Comisión de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, Martínez se preguntó sobre los intereses de los grupos municipales de CiU y PP al "aludir a la Fiesta Mayor". "Ya basta, paren de incendiar las fiestas", señaló el concejal republicano, quien aseguró estar "cansado" de la actitud de la oposición.

En tono airado, Martínez aseguró que desde este distrito barcelonés "estamos luchando contra viento y marea para tener unas fiestas tranquilas y hacemos un esfuerzo para que no se produzcan incidentes".

El concejal de ERC respondió así a una proposición presentada por CiU, que finalmente fue rechazada, y que instaba al Ayuntamiento a cambiar el emplazamiento de la plaza Poble Romaní que se ha propuesto para celebrar la denominada Fiesta Alternativa de Gràcia, organizada por la Coordinadora Popular de Fiestas.

La edil de CiU Magda Oranich aseguró que este emplazamiento "está muy cerca del geriátrico situado en la calle Siracusa", por lo que reclamó que se cambie el lugar de esta fiesta, que en las pasadas ediciones se había celebrado en la plaza del Diamant, actualmente en obras.

Por su parte, el concejal Alberto Vilagrasa insistió en la necesidad de prohibir la Fiesta Alternativa y "no dar manda ancha a ciertos grupos que no tienen nada que ver con las fiestas tradicionales". "Tras los alborotos del año pasado, no se puede dar un balón de oxígeno", advirtió.

Ante la petición de la federación nacionalista, Martínez advirtió de que la plaza del Poble Romaní "no es un nuevo espacio de fiesta" y que el propio 'casal' de Siracusa "organiza su propia fiesta", a lo que Oranich le replicó de que "lo que se trata es cumplir la ordenanza sobre civismo".

CiU PIDE OTRO LUGAR PARA CUMPLIR CON LA ORDENANZA CÍVICA.

La concejal nacionalista aseguró que el hecho de celebrar una fiesta cerca de un geriátrico "incumple" el artículo 73d, que señala que las actuaciones en la calle "no confronten con los centros docentes, hospitales, clínicas, residencias ni terrazas".

Oranich calificó de "inaceptable" el tono utilizado por Martínez y aseguró que desde CiU "no pedimos que se prohíba nada", algo que ayer sí reclamaron los populares. En este sentido, tildó de "intolerable" que "se diga que utilizamos las fiestas para la confrontación".

Vilagrasa advirtió de que en los últimos años de las fiestas de Gràcia, la seguridad "no se ha visto garantizada". "En esta plaza --en alusión a la del Diamant donde en los últimos años se había celebrado la fiesta alternativa--, Dios nos libre que pase un representante del PP, porque puede ser agredido", señaló.

El concejal de Gràcia replicó al PP y les acusó de "tener conocimiento de las fiestas del barrio a partir de fotos áreas", mientras que criticó a CiU por el hecho de que "ahora critiquen que la fiesta alternativa se celebre cerca de un geriátrico, cuando es una situación que se ha producido otras veces".

"Ahora sacan esto porque detrás de esta fiesta está la Coordinadora Popular de Fiestas, algo que con las entidades gitanas de Gràcia, que siempre han celebrado su fiesta en la plaza del Poble Romaní, no se hubieran atrevido a criticar", advirtió.

No obstante, durante la Comisión de Seguridad y Movilidad, el debate sobre la seguridad en Gràcia se volvió a poner encima de la mesa, después de que CiU preguntara sobre los altercados que un grupo de okupas protagonizó el pasado 28 de junio por las calles del barrio en protesta por el desalojo de la casa 'La Fera'.

Martínez aseguró que los vecinos "no denunciaron previamente que los okupas almacenaran piedras, hierros y otro tipo de materiales", en respuesta a la pregunta formulada por CiU, y señaló que desde el distrito "conocíamos que podría pasar algo y, en todo momento informamos a los Mossos d'Esquadra".

Martínez aseguró que antes de producirse el desalojo, los Mossos d'Esquadra "estuvieron intentando que el juzgado cambiara la fecha y la hora" de la desocupación, pero "no fue posible", a lo que CiU le replicó que "es muy inocente pensar que la Policía pueda cambiarlo porque todo ello depende de muchos trámites".

HEREU NIEGA DESCOORDINACIÓN EN LOS ALTERCADOS.

La concejal nacionalista Magda Oranich calificó los hechos de "gravísimos" y aseguró que "la coordinación entre Guardia Urbana y los Mossos falló de forma estrepitosa". "Lo primero es la prevención y hay que investigar si los okupas cambian sus formas de actuación y responden a un desalojo antes de que se produzca", advirtió.

Ante las críticas de CiU, el quinto teniente de alcalde y portavoz municipal, Jordi Hereu, reconoció que "hay que saber si alguien decide adelantar la 'fiesta' y hacerlo en la calle", pero negó que "se produjera descoordinación".

"DIVORCIO ENTRE LOS OKUPAS Y LA SOCIEDAD".

En este sentido, aseguró que los okupas "cometieron un error garrafal, lamentable, porque carecen de estrategia y han dejado de ser un sujeto de esta ciudad desde el punto de vista social y político". "Es el inicio de un claro divorcio con la sociedad", apuntó.

En otro momento del debate, Hereu hizo una defensa férrea del modelo de seguridad de Barcelona, a raíz de una propuesta del PP, que fue rechazada, con la abstención de CiU, y que pedía medidas urgentes para asegurar la coordinación de los Mossos y la Guardia Urbana.

El portavoz municipal reconoció que "se han producido problemas puntuales", pero que "ello no debe poner en cuestión todo el modelo" y pidió al PP que "no confunda al ciudadano". Les acusó de basar toda su estrategia política en el tema de la seguridad. "¿Qué harían ustedes sin vandalismo ni okupas?", les espetó.

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