BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consumo de agua se ha reducido en un 3,8% en sólo un año en Catalunya y un 5,3% en el área de Barcelona, según informó hoy el director general de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Manuel Hernández. Este descenso se atribuye a los cambios de hábitos, provocados por la sequía, y la introducción de un canon que grava los excesos de consumo.
"Es una buena noticia" pero "no hay que lanzar las campanas al vuelo", explicó Hernández, quien destacó que este descenso en el consumo de agua, que se produjo entre 2004 y 2005, "tiene que consolidarse". "Hay una estabilización en el consumo doméstico del agua, con tendencia a la baja, pero hay que mantenerla", apuntó.
En el caso del área metropolitana de Barcelona, la reducción en el consumo de agua fue del 5,3% en un año. Así, se consumieron 4,17 millones de metros cúbicos de agua menos, al pasar de los 79,45 millones en mayo de 2005 a los 75,27 millones en el mismo mes de 2006.
IMPACTO DE LA SEQUÍA Y DEL NUEVO CANON DEL AGUA.
La responsable del área de tributos de la ACA, Mariona Cot, justificó este descenso "por los buenos hábitos de consumo de agua que los ciudadanos adquirieron con motivo de la sequía", aunque también reconoció que también podría haber jugado a favor la entrada en vigor del nuevo canon del agua, en 2005.
La introducción de un tercer tramo en la factura del agua ha provocado modificaciones en la tarifa del agua. Sin embargo, el 70% de la población pertenece al primer tramo, ya que su consumo se sitúa en unos 110 litros diarios por persona, cifra considerada como sostenible.
Estos cambios en el canon del agua, que responden a la filosofía de subir el precio a quienes gastan más, han provocado que un 6% de los volúmenes facturados en el segundo tramo se han desplazado al primero, explicó Cot.
A la vista de estos datos, La ACA ha encargado un estudio a especialistas de la Universitat Politècnica de Catalunya para estudiar más a fondo y de manera más específica en qué colectivos y situaciones se ha producido este descenso en el consumo de agua.
En la capital catalana y las localidades de su alrededor, con más de 3 millones de habitantes, el principal descenso del consumo de agua se produjo en el sector de los servicios controlados por los ayuntamientos, como las fuentes y piscinas municipales, con un descenso del 23,3%.
El consumo doméstico de agua se redujo en un 4,9%, mientras que en el ámbito comunitario se produjo un descenso del 9,9%. La reducción también se produjo en el sector del comercio, con una caída del 2,8%, y en la industria, que "pese a tener el techo muy limitado" pudo rebajarlo en un 1,5%, según Hernández.
El director de la ACA destacó que "se produce una mayor reducción del consumo de aguas en las ciudades, frente a los conjuntos formados por viviendas unifamiliares", que siguen un modelo urbanístico de desarrollo horizontal.
En este sentido, se mostró "preocupado" por el hecho de que la proliferación de "un cierto modelo urbanístico", mayoritariamente urbanizaciones de viviendas unifamiliares, pueda frenar una posible continuidad en el descenso del consumo del agua.
Pese a este descenso en el consumo de agua y debido a la falta de lluvias, Hernández alertó sobre la necesidad de seguir con esta tendencia, aunque el estado de los embalses, que están al 74% de media de capacidad, "nos permite asegurar disponibilidad de agua hasta primavera".
60 MUNICIPIOS EN SITUACIÓN "CRÓNICA".
Actualmente, unos 60 municipios de Catalunya, 40 de ellos situados en la provincia de Barcelona y otros 20 en la de Barcelona, concretamente en el área de la Catalunya central, necesitan abastecerse de camiones cisterna para suministrar agua a sus habitantes.
Para hacer frente a esta situación, el Consejo de Administración del ACA, que se reunió esta mañana, aprobó hoy una convocatoria de ayudas de 1 millón de euros para estos municipios, con el objetivo de garantizar los 200 litros por persona al día.
RECIBIRÁN AYUDAS POR 1 MILLÓN DE EUROS.
Hernández aseguró que estos municipios, cada vez que hay problemas de falta de lluvias, "presentan una situación crónica". De hecho, el año pasado, por las mismas fechas, también eran unas 60 las localidades que debían abastecerse de camiones cisterna de agua.
"En el futuro, tendremos que ver si adoptamos soluciones definitivas, como la conexión en las redes de abastecimiento", señaló el director del ACA, quien destacó que "hay municipios de Lleida que están a cuatro kilómetros de distancia de un embalse y no tienen garantizado el suministro de agua".