Un criminólogo novela la persecución de un asesino en serie

Actualizado: sábado, 11 febrero 2012 12:18
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BARCELONA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El criminólogo y doctor en Psicología Vicente Garrido y la historiadora del Arte Nieves Abarca han novelado en  'Crímenes exquisitos' (Versatil) la persecución de un asesino en serie que deja una escena del crimen inspirada en obras de arte, un criminal ficticio aunque con algún trazo de realidad.

   En una entrevista de Europa Press, Garrido, que ha participado esta semana en una mesa redonda en el encuentro de novela negra BCNegra, ha avisado de que "un personaje como el Artista -el del libro-- no existe porque la mayoría de los asesinos en serie suelen ser personas más bien corrientes, poco brillantes,  pero cuentan con la ventaja de matar a gente entre la cual no hay ninguna conexión".

   Sin embargo, admite que para crearlo, se inspiró en 'El carnicero de Milwaukee' Jeffrey Lionel Dahmer (West Allis, 1960) que mató a 17 hombres y chicos entre 1978 y 1991, a quienes seducía en bares y les invitaba a tomar una copa.

   "En su delirio les vaciaba el cerebro y les dejaba sentados: hacía una 'performance", igual que hace su personaje en la novela con las chicas que secuestra, viola y tortura.

   El primer crimen que investiga la protagonista del libro, la inspectora Valentina Negro, es el de una adolescente coruñesa raptada mientras hacía 'footing', que es salvajemente violada, torturada hasta el extremo y asfixiada, para después imitar con el cadáver el cuadro 'Ofelia' de John Everett Millais.

   Un asesinato que conecta con otro sucedido meses antes en la Abadía de Whitby, en el Reino Unido, en el que una chica aparece como en la película 'Drácula' de Bram Stoker con la cabeza seccionada y una estaca clavada.

   A través del arte, Garrido ha buscado "representar una mentalidad criminal sofisticada, diferente del clásico psicópata e introducirnos en el mundo del lujo".

   Este experto en criminología forense detalla que los asesinos en serie "están llenos de frustración porque no pueden tolerar la vida que les ha tocado y por eso crean una nueva vida a través de la muerte".

   "Los psicópatas tienen dificultades para las emociones básicas significativas: empatía, compasión, piedad. Al matar consiguen el grado de plenitud emocional que no consiguen en la vida real", ha argumentado.

   Preguntado sobre si un crimen puede ser exquisito, responde tajante: "Ningún crimen, por muy sofisticado que sea, es exquisito porque por definición un crimen es siempre algo deleznable", aunque el título del libro busca reflejar que su personaje quiere crear arte a través del crimen, buscando la exquisitez.

"EL CRIMEN PERFECTO EXISTE"

   Según él, el crimen perfecto existe, pero simplemente es un crimen que no se resuelve: "No se define por los preparativos, por muy perfectos que sean, sino por el resultado. No hay ninguna fórmula del crimen perfecto, no hay una fórmula infalible".

   Admite que, si bien el libro es ficción, en el personaje del criminólogo que ayuda a la inspectora hay mucho de él mismo, un experto que hace perfiles y que se basa en las huellas de comportamiento para dar con claves que permitan atrapar al criminal.