Joan Rodríguez, Amadeu Recasens, Carlos Gavilanes y Francisco Martín
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 5 diciembre 2016 13:16

El Ayuntamiento confía en que esta operación tenga efecto en la campaña navideña

BARCELONA, 5 (EUROPA PRESS)

La red de top manta desarticulada el 24 de noviembre en una operación conjunta de la Guardia Urbana, Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y varias policías locales actuaba como una empresa dedicada a producir copias exactas de productos textiles de lujo y a distribuirlas entre los manteros de Barcelona y alrededores, y es la principal red de suministro desmantelada en la capital catalana.

En rueda de prensa, el comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens, ha explicado que se trata de una operación destinada a eliminar una red de producción organizada de falsificación de material, que ha sido "desmantelada de principio a fin", y el intendente Juan Rodríguez ha explicado que es la operación más importante realizada nunca por la policía barcelonesa al haber llegado hasta los productores de las falsificaciones.

La operación se ha saldado con un total de 15 detenidos y 17 investigados y con la intervención de 130.000 productos que hubieran alcanzado un valor de mercado de unos cinco millones de euros, y entre ellos ha sido arrestado el cabecilla de la organización.

Recasens ha confiado que este importante golpe a la red de top manta tenga su efecto en la venta ambulante de cara a la campaña navideña de compras en la capital catalana.

La red estaba dirigida por un extransportista afincado en Òrrius (Barcelona) que había trabajado en el recinto portuario de Barcelona y que levantó sospechas a los investigadores de Vigilancia Aduanera, que creían que podía estar vinculado con importaciones de productos falsificados.

Según ha explicado el responsable de Vigilancia Aduanera en Barcelona, Francisco Javier Martín, siguiéndole la pista descubrieron que no se dedicaba a la importación sino que lideraba una importante red de confección de productos falsificados de alta calidad.

ESTRUCTURA PIRAMIDAL

La red tenía una estructura piramidal en la que en la parte alta estaban personas de nacionalidad española que se dedicaban a producir en talleres de Mataró y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) falsificaciones exactas de todo tipo de prendas textiles: pantalones, chaquetas de invierno, zapatillas y jerséis de marcas como Tommy Hilfiger, Gstar, Levi's, Ralph Lauren, Calvin Klein y El Ganso, entre otras.

En la parte intermedia había personas de nacionalidad marroquí que participaban en la distribución de los productos -+casi todo iba al top manta, y solo hay una tienda investigada en el caso--, y en la parte baja de la estructura se situaban los vendedores ambulantes, todos de nacionalidad senegalesa.

El jefe de la organización y sus colaboradores utilizaban talleres textiles y empresas de artes gráficas de la zona de Mataró para plagiar los productos hasta el más mínimo detalles, incluyendo etiquetas, botones, bolsas de embalaje con los logotipos y los cartones de embalar.

Además, contaban con maquinaria industrial, en concreto 32 máquinas de confección y bordado valoradas en más de 200.000 euros, y 12 planchas de imprenta para falsificar etiquetas, y de este modo tenían la capacidad de producir las prendas "desde cero".

"SALTO CUALITATIVO"

Esta organización ha supuesto un "salto cualitativo", según el intendente Rodríguez, al producir por sí misma las falsificaciones y no importarlas de terceros países, y con ello obtenía cuantiosos beneficios, ya que con una sola máquina se podían estampar 100 prendas en una hora.

Según ha explicado Martín, hace cuatro o cinco años que en las inspecciones en el Puerto de Barcelona no detectan contenedores con productos falsificados porque, ante la importante actividad inspectora que allí se realiza, una de las opciones de los que se dedican a esta actividad ilegal es optar por fabricar o modificar las prendas ellos mismos.

La investigación de la Urbana, liderada por el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona, empezó hace diez meses siguiendo a los vendedores ambulantes y sus puntos de abastecimiento, principalmente en Barcelona y Badalona, y posteriormente fue subiendo hasta dar con los talleres de producción, en estas localidades y Mataró y L'Hospitalet.

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