Publicado: jueves, 28 julio 2022 10:27

   Los implicados simularon una empresa gestora de fondos de inversión solventes

   BARCELONA, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos personas en Port del Compte (Lleida) por presuntamente estafar 5,8 millones de euros en créditos ficticios a un empresario que tenía "necesidades de liquidez económica urgente" ante las dificultades provocadas por la pandemia de Covid.

   La policía catalana también investiga a cuatro personas más que también conformaban la supuesta organización criminal desmantelada y no descarta que haya más víctimas, ha informado en un comunicado de este jueves.

   Los detenidos seleccionaron a la víctima previamente y, aludiendo ser una entidad financiera, le ofrecieron un préstamo en forma de garantía bancaria por un total de 40 millones de euros a pagar en tres años, por el que le exigieron aportar únicamente los gastos que generaba, un total de 5,8 millones de euros.

   La víctima pagó dicha cantidad pero no recibió el dinero prometido, con el que quería efectuar diferentes pagos que tenía dificultades por afrontar "como consecuencia del descenso del negocio en su sector durante la época de restricciones por la Covid-19".

   Los agentes detuvieron a un hombre y una mujer el 20 de julio residentes en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y han quedado en libertad con cargos y medidas cautelares y la investigación continúa abierta.

   El juez instructor ha adoptado medidas cautelares en relación a diez inmuebles, con prohibición de alienarlos, un vehículo y el bloqueo de cuatro cuentas bancarias.

MODUS OPERANDI

   Los seis investigados tenían conocimientos en materia mercantil y bancaria y utilizaban un "lenguaje complejo y encriptado que les daba credibilidad y profesionalidad".

   Crearon una red de empresas ubicadas en diferentes países europeos --como Reino Unido, República Checa y Bulgaria-- para simular que conformaban una empresa gestora de fondos de inversión solventes: cuatro de ellos operaban desde España y, los dos restantes, conformaban la "rama europea" del grupo.

   El hombre que trató con la víctima intentaba que aumentara la cantidad de dinero que solicitaba, para que ello repercutiera en la aportación inicial que se le pedía en concepto de gastos del crédito.

   Asimismo, intentaba cerrar las negociaciones "con muy poco tiempo alegando que el dinero llegaría muy rápido a la cuenta corriente de las víctimas" y decía tener contacto con personas relevantes del ámbito financiero español y el Banco de España.

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