Quiere dedicar una exposición al psiquiatra Francesc Tosquelles
BARCELONA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El nuevo director de la Fundació Tàpies de Barcelona, Carles Guerra, se plantea no exponer la obra del artista catalán en la fundación a periodos para "volverlo a desear" al artista, y así aprender a valorarlo en otras dimensiones, por ejemplo, a partir de la exposición de su archivo, fotos y vídeos y artículos en prensa.
En una entrevista a Europa Press, Guerra ha explicado que hay la consigna de que siempre hay que poder ver a Tàpies, y que el poder de atracción de su obra se agota si siempre está expuesta: "Me planteo en algún momento no ver a Tàpies para volverlo a desear y a gozar".
Ha argumentado que la fundación ya está trabajando en ausencia de Tàpies-persona, lo que conduce a una mirada retrospectiva que insta a extraer un relato de sus aportaciones: "Significa que tenerlo siempre quizás nos provoca de algún modo que la función de recordarlo la banalicemos, y que lo que necesitamos es crear momentos en los que podamos hablar de Tàpies sin tenerlo enfrente".
A cambio, Guerra propone exponer su legado y contribución sin necesidad de estar ante la obra, ya que defiende que el legado no es solamente la obra, sino un conjunto de ideas reflejadas en su archivo personal, así como en vídeos y fotografías sobre el personaje: "Tenemos un Tàpies sobre el que se ha escrito mucho, y sobre su efecto sobre otros productores culturales", ha dicho.
Para Guerra, esta forma de mirar al artista es hablar igualmente de Tàpies esté o no expuesto para enseñar que el artista no es solo un objeto, sino todas las ideas que conlleva, y el problema es que si está la obra expuesta parece que la idea se extrae de ella "como el niño que piensa que la palabra manzana está dentro de la manzana".
Ha defendido que Tàpies es de los pocos artistas que ha generado opiniones, ha sido un intelectual y ha participado políticamente, lo cual se puede trabajar sin apoyarse en su obra en periodos de entre tres y seis meses, por ejemplo: "Si queremos jugar con estos momentos de ausencia es para que cuando lo tengamos delante recuperemos una relación casi corporal con la obra".
Guerra también ha defendido poder realizar exposiciones monográficas y "abordar momentos concretos con más detalle, densidad e intensidad", y evitar así que cuando se tiene algo mucho tiempo delante, se le deja de prestar atención al darlo por hecho, ha asegurado.
A falta de presentar la temporada a finales de otoño --todas las exposiciones de la fundación comprometidas previamente se prolongarán hasta mayo--, Guerra se ha mostrado interesado por la figura del psiquiatra catalán Francesc Tosquelles, renovador de la psicoterapia institucional y figura relevante en Francia.
"Hay que aparejar a Tàpies con figuras intelectuales que han atravesado la posguerra y nos han dado modelos muy potentes", ha explicado Guerra, que ve urgente un proyecto que aborde las contribuciones del psiquiatra, como producir cultura y humanidad pese a las condiciones denigrantes de la Guerra Civil.
QUIERE UN CONSEJO ASESOR
En cuanto al funcionamiento de la Fundación, Guerra ha explicado que tiene la misión de darle forma a la institución pidiendo un contrato programa para cuatro o cinco años que explicite qué impacto desea tener la Tàpies y qué función desea desempeñar en la sociedad.
"Tenemos que darle forma a la institución, viendo quién tiene deseo de asociarse", ha explicado Guerra, que pedirá a algunos colectivos aportaciones financieras, intelectuales, emotivas o pasionales, manteniendo una fuente diversificada.
Prevé acometer este enriquecimiento con la creación de un consejo asesor o científico integrado, por ejemplo, con directores de otros centros de arte, con los que Guerra pueda contrastar su programa.
