Dos policías, un mosso y tres abogados, implicados en una red que secuestraba narcotraficantes y se quedaba la droga

Actualizado: jueves, 4 mayo 2006 14:47

El líder de la organización era un abogado que daba las órdenes desde su despacho en Barcelona

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

La Policía ha desarticulado una red de narcotraficantes que secuestraba distribuidores de droga y se apropiaba de la mercancía. La trama estaba dirigida por un abogado y operaba principalmente en Catalunya. En la operación han sido detenidos 26 supuestos implicados en Barcelona, Asturias y Madrid, entre ellos dos agentes de la Policía y un mosso d'Esquadra. Además, están imputados otros dos abogados de Barcelona.

Agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, además, han intervenido tres kilos de cocaína y más de 150.000 euros. En Barcelona se realizaron 18 detenciones, entre las que se encuentra un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y un mosso d'Esquadra; otras dos en Asturias y seis más en Madrid, donde fue detenido un segundo agente del CNP.

Tras seis meses de investigaciones, la Policía localizó el líder de la red, un abogado en ejercicio, Francesc H.A., quien coordinaba las actuaciones e impartía todo tipo de instrucciones desde su despacho en Barcelona. Allí mismo se le intervino diversa documentación y varios talones, según informó hoy la Dirección General de la Policía. También se detuvo a su padre, Francisco H.T..

Las primeras detenciones se produjeron el pasado 18 de abril en el kilómetro 101 de la N-VI (peaje de Adanero), cuando se arrestó a César C.C., agente del CNP, y su primo Alberto G.Ll., que viajaban desde Madrid hacia Gijón. En el interior del vehículo los agentes encontraron dos paquetes de cocaína, que en total sumaban tres kilos. La droga iba dirigida a otros traficantes de la localidad asturiana para ser distribuida.

Más tarde fueron detenidos cinco miembros más de la organización; tres en Madrid, y dos en Barcelona, que integraban el escalón superior de la red y que eran los depositarios y propietarios de la droga intervenida, además del dinero intervenido. El día 25 fue detenido en Canarias, Miguel Aridane R.H., que se encontraba de vacaciones en las islas. En Barcelona fueron arrestados, Luis Miguel L.R. y Eduardo David M.N..

En la capital catalana también se detuvo a Erasto Antonio L.R., agente de la Policía Nacional, al que le intervinieron 59.480 euros, reactivos a la cocaína, varios trozos de hachís, un juego de ganzúas, un lanzadestellos, una defensa eléctrica, cinco pasaportes libaneses en blanco y otros de ciudadanos extranjeros, un sello de caucho con la inscripción UCRIF (Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación) de la Policía, tarjetas de crédito, dos ordenadores portátiles, varia documentación y un turismo Mercedes CLK.

Igualmente, fueron detenidos Eric Cristian S.M., con antecedentes por narcotráfico y encargado de comprar la droga, que luego era sustraída, y su mujer, Magali Natacha S., que blanqueaba el dinero. Por su parte, Francisco Manuel N.A., boxeador profesional, era el encargado de concertar las compras de droga.

La Policía también detuvo a Manuel Antonio G.S., narcotraficante, su hermano y su primo. Manuel T.M. asesoraba al líder de la organización; mientras que Nath S., de la India, y Pooman, su esposa, propietarios del restaurante Tandoor de Barcelona, están acusados de contratar a inmigrantes ilegales.

También fueron detenidos Dris H.A., Juan H.F., Abdesalam A.L.I., Carlos M.R. --mosso d'Esquadra--, Natalia O.V. y Manjit S..

Por su parte, en Madrid, fueron detenidos Natalia M.M., Oscar Andrés G.R., William Alfredo C.A. y Diana María L.Z., por su distinta implicación en los hechos.

SECUESTRO DE TRAFICANTES.

Los detenidos están acusados, además de tráfico de drogas y de secuestro, de delitos de inmigración ilegal. Así, el pasado mes de enero secuestraron al súbdito colombiano Manuel Antonio G.S., un traficante de drogas.

Los autores del secuestro fingieron una supuesta compra de heroína y, sabedores de que la víctima portaba la sustancia, Erasto, uno de los agentes detenidos, le abordó mostrando distintivos policiales. Acto seguido le hizo saber que estaba detenido. Después simularon falsos contactos con una autoridad judicial y para su puesta en libertad exigieron a los familiares de la víctima la entrega de 25.000 euros, apropiándose de esta forma de la droga y el dinero. Las llamadas que realizaban los secuestradores a otros supuestos policías eran respondidas por el abogado y líder de la red.

Además, la red compraba droga en determinados países sudamericanos para trasladarla a España. Una vez que el portador ('mula') llegaba al aeropuerto, dos policías que actuaban en connivencia con el grupo desarticulado los esperaban en el aeropuerto dentro del filtro y comunicaban a los agentes encargados del control de entrada que esa persona pretendía introducir droga. Así, simulaban la identificación del portador y su detención. Sin embargo, poco más tarde el traficante quedaba en libertad y los policías implicados se apropiaban de la droga y, en su caso, también del dinero.

Por último, también se ha demostrado la participación de la organización criminal en delitos contra la Administración Pública (cohechos activos y pasivos) y falsedades (documentos de identidad falsificados e, incluso, su venta a ciudadanos extranjeros), y su participación en delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (inmigración clandestina).